Creación literaria - Reseñadores auténticos y como detectarlos

    Hola a todos. Llevo una temporada que me cuesta pasarme por aquí, más por el tiempo que porque no quiera, pero es lo que pasa a veces, que hay que saber priorizar las cosas. Llevo ya un tiempo dándole vueltas y va tocando dedicarme un poco más a mí… pero bueno, ya os iré contando cosas.

    Vamos al tema. Ya sabéis que esta fue una de las primeras secciones del blog y le tengo particular cariño, así que aquí os traigo una entrada más de Creación Literaria con un tema que me pilla muy cerca: los reseñadores. ¿Listos para empezar?

¿Qué es un reseñador?

    Muchos responderían a esta pregunta diciendo que es alguien que hace una reseña, que da simplemente su opinión, y llevaría razón. En verdad, reseñar se trata de eso, de comentar libremente que te ha parecido cualquier cosa, sea un libro, una película, el coche que te gusta o hasta comida; todo vale si se puede reseñar. Ahora bien, mi opinión al respecto es un tanto distinta.

    Está claro que todo el mundo puede comentar con libertad y expresarse como mejor le parezca, pero considero que un reseñador es algo más: es alguien que disfruta compartiendo lo que siente con los demás, que dice sin tapujos lo que le ha parecido algo en concreto (en este caso sus lecturas), sin miedo a que pueda ofender a alguien o a que su opinión no sea compartida. Es alguien valiente, atrevido, dispuesto a hablar, un amante de la libertad, pero, ante todo, considero que la sinceridad es la cualidad más valiosa que tiene que ofrecer.

    Por desgracia, la experiencia y lo que he visto me demuestran que el título de “reseñador” es algo que se codicia tanto como daño puede hacer, y eso me lleva a hablar de algo que, sinceramente, me molesta: no todos los que se hacen llamar reseñadores lo son de verdad.

¿A qué te refieres con “reseñador auténtico”?

    Voy a ser rotundamente directo al respecto. ¿Alguna vez habéis visto perfiles con pocos seguidores que dicen que se mueren de ganas de leer? ¿Conocéis casos de autores que hayan confiado en las personas equivocadas y hayan donado el libro, pero nunca recibieron la reseña prometida? Por desgracia, ambas situaciones es algo que se está dando con cada vez más frecuencia y todo es culpa de la gente que llamo falsos reseñadores.

    Considero que todo el mundo puede reseñar si lo desea, no es como si fuera un oficio sagrado ni se necesitasen años de experiencia para hacerlo, para nada, es algo al alcance de cualquiera; sin embargo, sí que me quema un poco que haya gente que suelte dos frases mal hechas y diga que es una reseña.

    A continuación, y sin que sirva de precedente, voy a señalaros unas cuantas cosas que seguramente haríais bien para evitaros la desgracia de encontraros con estos, sin perdón de la expresión, farsantes.

• Si os contactan empleando palabras halagadoras y muestran un interés desmedido en reseñar vuestra historia, desconfiad.
• Si aseguran que leerán vuestro libro en una semana y tendréis la opinión en pocos días, desconfiad.
• Si os prometen que tendréis miles de visitas y aumentarán las ventas de vuestro libro como si fuera un milagro, desconfiad.
• Si os dicen que quieren reseñar un libro concreto y os comprarán el siguiente, desconfiad.
• Si suben reseñas como churros en el mismo día, desconfiad con mayor motivo todavía, seguramente no serán ni suyas (y sí, las reseñas también se roban).

    Al final no deja de ser una estafa más, una que depende del ingenio y, por desgracia, de la desesperación de quien pique, pero estafa, al fin y al cabo. ¿Lo peor de todo? Que juegan con la ilusión de los autores y eso es algo que no perdono. Os diré una cosa: no tener reseñas no convierte vuestra historia en peor, tampoco hace que sea mala ni implica nada negativo, solamente no habéis tenido la oportunidad. Ya llegará ese momento, no tengáis prisa. Lo bueno se hace de esperar siempre.

Si se paga por ella, ¿sigue siendo una reseña?

    Puestos a tocar el tema del todo, voy a hacerlo bien. Aquí hay opiniones encontradas y cada uno opina una cosa distinta: sí, lo son; no, no cuentan; depende a quien le preguntas, etc. Yo tengo claro que para mí es un gran, enorme y rotundo NO. Os explico por qué con un ejemplo: imaginad que habláis con un reseñador y os dice que sí, que acepta reseñar vuestro libro, pero inmediatamente os pasa un bonito mensaje con sus tarifas, alcance de la reseña y el tiempo de espera. Ahora os pregunto, ¿qué sentido tiene pagar por algo así?

    En el mismo momento en se acepta pagar una reseña, hay tres cosas que, al menos yo, veo muy claras y que me echan para atrás a cada cual peor. Estos factores son:

• Si pagas para que te hagan la reseña, todo va a ser bueno y positivo.
• En el momento en que pagas, la sinceridad desaparece porque la has comprado.
• Poco o nada negativo le van a encontrar, otra forma de decir que te dirán cualquier cosa que quieras oír para que vuelvas a contactar con ellos.

    Siento si mi opinión es cruda y dura al respecto, pero es como yo lo veo, y sí, reconozco que en una ocasión me lo planteé, por suerte dejé atrás la idea. No me malentendáis, estoy seguro de que habrá gente que sí haga esta clase de servicio bien, pero para mí ni son reseñadores ni tienen porque llamar reseñas a lo que entregan. Desde el mismo instante en que pagas, la otra persona hará lo posible y más para que te guste el resultado, y para tener algo que no es real y a coste de mi bolsillo prefiero no tener nada, la verdad.

Señales para reconocer a un reseñador:

    Dejando atrás ese escabroso tema, vamos con una serie de consejos que espero que os ayuden. Antes de confiar en esa persona, en ese posible reseñador que os llama la atención, mejor investigarlo un poco para saber si es lo que dice ser. Os recomiendo que hagáis lo siguiente:

· Lee alguna de sus reseñas: ¿Qué mejor que conocer la forma de trabajar de la persona a quien vais a confiar vuestros libros? Se puede saber mucho de alguien por como se expresa y en algo como una reseña esa verdad es prácticamente cristalina, imposible de negra. Tampoco tenéis que leeros una semana de publicaciones, basta con unas cuantas para ver cómo se abre.

· Mira la calidad de su contenido: Otra cosa importante es que su estilo os guste, que os sintáis cómodos con la forma que tiene de reseñar. No busquéis por buscar, no elijáis al primero que os haga vibrar con una reseña, tomaos vuestro tiempo. El resultado seguro que merecerá la pena y, quien sabe, lo mismo encontráis una nueva amistad en esa persona.

· Fíjate en la diferencia entre cada reseña: Esto es algo muy, pero que muy importante. No digo que no haya que tener una estructura (de hecho, yo trabajo así), pero es imposible que dos reseñas sean exactamente iguales, incluso si son de obras de un mismo autor. Las diferencias importan y en este caso más, nada de fiaros de fotocopias.

· La cantidad si importa: Seamos sinceros, la calidad de la reseña es importante, pero lo es incluso más si ese reseñador en concreto tiene mucha presencia en las redes sociales. Los números son muy beneficiosos en este sentido por dos factores: influyen en la cantidad de personas que van a leer su opinión sobre tu libro, así como el alcance que puede llegar en caso de que la compartan sus seguidores.

Cómo contactar con un reseñador:

    Vamos con lo esencial, la razón última por la que decidí escribir esta entrada, que no es otra cosa que hablar sobre la forma adecuada de contactar con un reseñador. Tener consideración hacia ellos os abrirá más puertas que simplemente mandar mensajes pidiendo una reseña. Esto es lo que os sugiero al respecto:

· La educación es importante: Nada mejor que un mensaje amable y respetuoso para establecer una buena toma de contacto. Tampoco hay que reverenciarse ni nada de eso, solo sed simpáticos, saludad y esas cosas. Creedme, un poco de educación nunca viene mal, especialmente si tratas con una persona que puede ayudarte.

· No mandes mensaje copiado con el enlace de tu novela: Esto es algo básico, pero lo menciono por sí acaso: ni se os ocurra hacer copia y pega del mismo mensaje, mucho menos mandarlo en bucle para ahorraros tiempo. Esas cosas se notan y pasan muy a menudo, así que haceos el favor y evitad esta práctica. De lo contrario… bueno, lo habréis intentado, pero se habrá quedado en eso, en intento. Solo necesitáis unos pocos minutos para escribir un mensaje personalizado, no os quitará demasiado tiempo y habréis empezado con buen pie. Todo ventajas, ¿a que sí?

· Pregúntale por los géneros que lee: Un poco de interés nunca está de más y dirá mucho bueno de vosotros. El hecho de que os preocupéis por saber qué géneros le gusta leer será bien visto por el reseñador y además os aseguraréis de que toca el género de vuestra historia. En mi experiencia personal os puedo garantizar que empiezo la lectura con otro ánimo si el lector me pregunta que me gusta leer.

· Ten en cuenta sus preferencias: Esto está directamente enlazado con lo anterior y es un mero matiz, pero también es importante tenerlo presente. Cosas como el formato que prefieren, sus tiempos de espera y su disponibilidad son vitales para entablar una relación satisfactoria con el futuro reseñador de tu obra. No os pasará siempre, pero es probable que os encontréis con algunos que solo puedan leer en físico, que es muy comprensible, o que tengan una lista de espera de meses. En esos casos solo os queda tener paciencia y ser comprensivos, ambas posibilidades son buenas señales.

· No tengas prisa: Una vez más, la paciencia será vuestra mejor aliada en la larga espera. Cuántos menos penséis en que vuestra reseña está al caer, tanto mejor para vuestra salud, literalmente. Mientras no pasen varios meses no hay de que preocuparse, vuestra reseña llegará antes o después.

    Y eso sería todo por ahora. Nos vemos en futuras entradas. Muchas gracias por el apoyo, os lo agradezco de corazón.