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viernes, 30 de octubre de 2020

Creación de personajes 2 - Consejos para su creación

  Para finalizar esta semana, ¿qué mejor que seguir aprendiendo como crear personajes? Retomando la entrada anterior, en esta ocasión enfocaremos el desarrollo de las piezas del tablero narrativo desde otro ángulo. 

    Vamos con algunos consejos para su creación. ¿Preparados? Vamos allá.

· Originalidad como piedra de toque: Comenzando con lo más básico, hay una verdad incuestionable a la hora de darle forma a nuestros personajes: de manera irrevocable, ya sea buscado o inconsciente, algún que otro modelo influirá en su creación. No es raro (de hecho, es lo natural) que como lectores tengamos personajes favoritos y, de alguna forma, estos acaben influyendo a la hora de crear a nuestros actores. ¿Es eso malo? ¿Debo hacer una fotocopia del personaje X de la obra Z? La respuesta es no, esos referentes personales son actores en su propia ficción. Historia nueva, personajes nuevos.

Lo primero que haya que tener en cuenta es que en el basto océano que representa la literatura hay de todo, millones de personajes han nacido a lo largo de los siglos. ¿Cómo hacer que sean únicos? No tiene mayor misterio que crearlos a tu gusto y semejanza. ¿Quieres un genio del mal? Hazlo. ¿Te apetece una guerrera que rompa el estereotipo de “princesa en apuros”? Eres libre de hacerlo. No existe una forma establecida para crear personajes y cada autor tiene su propio sistema. A la hora de crear los míos, algunas de las cosas que me funcionan son:
  • Tomar personales reales como modelos base y desarrollarlos a partir de ese punto 0.
  • Mezclad a vuestros personajes favoritos y añadidles elementos nuevos. Alterad ese referente hasta hacerlo vuestro.
  • Coged una cualidad que os guste y desarrollad un personaje con ese rasgo en particular, convertidlo en un símbolo de su identidad.
Formas hay muchas, consejos una barbaridad, ¿límites? Esos los decidís vosotros mismos. Recordad: la imaginación es infinita.

· Los nombres son importantes: Pongamos que ya tenemos los personajes pensados, al menos una idea de lo que queremos de cada uno, ¿qué nombre les daríais? Escoger el nombre perfecto es una tarea titánica, de hecho, es la parte más difícil del proceso en mi opinión. No os voy a engañar, no hay camino fácil ni guía que se pueda seguir al respecto. Poner nombre a vuestros personajes es como un ritual sagrado, un momento íntimo entre ellos y vosotros, ese instante que os convierte en dioses creadores de vuestros hijos.

Si es tan complicado, ¿cómo cumplir la empresa con éxito? A veces las cosas más sencillas tienen fácil remedio. Puede que el nombre perfecto os venga a la mente, quizás escuchéis un nombre en una serie que os convenza, tal vez despertéis un día y vuestra mente creadora os lo revele. En caso de que la respuesta no llegue a vosotros, siempre podéis coger un nombre que os guste o tomar algún detalle qué os facilite la tarea: ¿de dónde es el personaje? ¿Hay algo que lo haga destacar? Las respuestas a esas preguntas solo las conocéis vosotros (eso sí, no pongáis nombres porque sí. Los nombres son la clave, siempre).

· Detalles, detalles, ¡cuántos más mejor!: Las ideas han cobrado forma y nombre, ahora viene la parte interesante. ¿Qué diferencia a un personaje de otro? ¿Es el nombre? No, los detalles, ¡los necesarios detalles! Esta es la parte más divertida del proceso, el momento en que la magia surge y comienzan a definirse los personajes. Hay mil factores a tener en cuenta: identidad, aspecto, talentos, procedencia, personalidad, etc. Cuantos más detalles tenga un personaje, más completo estará y más se distanciará de otro. A fin de cuentas, todo personaje nace en el limbo creativo y va tomando conciencia a partir de ahí.

Al principio el proceso puede abrumar, da miedo pensar en crear vida de la nada, pero nada es imposible. Como dice el refrán: “la práctica hace al maestro”. Esa será vuestra mejor aliada, la experiencia. Quizás el primero os cueste, puede que con el cuarto le hayáis pillado el tranquillo, ya sea antes o después, al final el proceso será tan natural como respirar, ¡y divertido, muy divertido!

· Relacionar personajes: Poco a poco, esas tímidas presencias en nuestra mente han tomado consistencia, ya nada tienen que ver con esos conceptos vagos del principio. Ahora bien, una vez listos los personajes es importante que se relacionen unos con otros. Como si fuera una obra de teatro, cada uno debe tener su papel y su orden, tenéis que tener claro que esperáis de ellos y porque son necesarios en la historia.

Nuevamente, la magia flota en el aire. Tantas posibilidades, tantas combinaciones, un sinfín de salidas a vuestro alcance. ¿Es el protagonista un lobo solitario que caza monstruos? ¿Uno de los secundarios parecerá insignificante al principio, pero tomará importancia avanzada la trama? En vuestras manos está el poder y vuestra es la decisión.

· Introducción a la historia y descripciones: Ha llegado el momento, vuestros personajes están listos para la acción y están deseando entrar en la historia, pero ¿de que forma tienen que aparecer en esta? Aquí entran en juego dos factores clave: por un lado, la entrada en escena, el momento en que hacen acto de presencia, esa entrevista inicial lector-personaje; por el otro lado, la forma en que aparezcan, como contar ese momento.

Tanto la introducción a la historia como la descripción de su entrada son importantes, ambas dan mucho juego a la hora escribir la trama. ¿Quién es ese personaje misterioso del que apenas se sabe nada hasta el capítulo X? ¿Cómo ha podido un secundario como M entrar a la historia con semejante potencia? Juego, juego y más juego. Todo el proceso creativo es un arte, un compromiso, pero también es divertido. ¿Por qué no disfrutarlo entonces?

· Personajes y narración: Si hay que destacar un factor más, la forma en que se cuenta la historia es el punto. Depende de como se cuente, el papel de los personajes repercutirá de una forma u otra: en 3ª persona serán actores en el escenario, en 1ª persona solo uno tendrá la palabra y los demás aparecerán en función de sus interacciones con este, mientras que la 2ª persona permite jugar con ambas posibilidades. ¿Cuál es la mejor y cual la peor? La respuesta es ninguna, eso es lo de menos. Cierto es que la narración tiene mucho que ver con la historia, pero la pregunta correcta sería la siguiente: ¿Son todos los personajes importantes o necesitas que uno solo cuente la historia?

    Podría contar muchas cosas más y sí, me deje cosas en el tintero, pero considero que estos factores son los más importantes en el proceso. ¿Listos para la aventura?

6 comentarios:

  1. Muy interesante la reflexion acerca de como ponerle nombre al personaje, me hizo entonces pensar que hay una genialidad en los evangelios, creo va algo asi como:


    Entonces El pregunto: Como te llamas?
    - LEGION!!, porque somos muchos


    Vaya sea quien sea el que haya escrito eso, resolvio magistalmente el lio de ponerle el nombre al personaje,
    esa cita la he visto en varios libros de terror.

    Otras veces el nombre del personaje inicia el libro.

    Un nombre de personaje lo es TODO. Concuerdo en que deberia ser memorable

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    1. Agradezco muchísimo tu comentario en el post, me ha hecho mucha ilusión. Concuerdo en que esa frase es ciertamente genial. Muchas gracias por comentar ^^

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  2. Hay veces que no pongo nombres a los personajes, sino que estos los menciono por sus rangos o títulos, ya sean secundarios como "el Mayor", o principales como "la Princesa" o "el Barón", ya que, en el caso de los principales, porque no quiero revelar sus identidades aún.

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    1. Es un buen punto el que utilizas, la verdad. Ocurre a veces que la fama o el poder de un personaje le vale un seudónimo, eso no significa que no se vaya a revelar su nombre sino que no es el momento aún.
      Un sistema bastante interesante, te felicito por ello

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  3. Yo también uso gente real para basar características de los personajes. Algo que me encanta hacer es buscar testimonios, relatos y anécdotas de muchas situaciones y analizar cómo y por qué de las reacciones y personalidades. Se saca mucho y me hace mejorar el carácter de personajes que pudieran estar cojeando en algún aspecto. De paso, también obtengo opciones de nombres, aunque de esos uso guías para padres y las listas de compañeros de universidad jajaja xD

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    1. Fantástico, el uso del psicoanálisis a la hora de crear personajes es una delicia, ayuda a esa sensación de poder cuasidivino a la hora de escribir.
      Concuerdo en que tirar de listas es muy necesario, yo sin ir más lejos investigo hasta el significado de los nombres cuando son para personajes extranjeros :3

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