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miércoles, 25 de noviembre de 2020

Creación de personajes 4 - Introducción a la historia

    Saludos, mis queridos lectores. Hoy llega el fin de un ciclo de entradas sobre la apasionante creación de personajes. Recordemos lo que hemos aprendido: en la primera entrada hablamos sobre los tipos, en la siguiente tratamos los consejos para su creación, abordamos el apasionante tema de las fichas en la tercera… ¿Qué nos queda entonces?

    En esta última entrada, tocaremos un tema un tanto peliagudo, pero no por ello fascinante y divertido, por supuesto: Introducir a los personajes en la historia ¿Preparados? Vamos allá.

¿Cómo de importante es esto?

    La verdad, es una pregunta a la que no puedo dar una respuesta concreta, así de simple. Cada escritor tiene su forma de hacer las cosas, su sistema, sus creencias; unido a todos esos factores está la respuesta a esta pregunta. ¿Te gusta cuidar los detalles? Entonces tomarás en gran consideración la entrada de tus actores a escena. ¿Prefieres dejarte llevar y que ellos decidan? Tan fácil como respirar en ese caso, todo ocurrirá de forma natural y ya serán parte de la historia antes de que te des cuenta.

    Sinceramente, y ahí reside el meollo del asunto, introducir a un personaje puede ser tanto clave para la trama como ser una escena más de la historia. Entonces, ¿cómo sabré si es importante o no? En esto no puedo dar el camino fácil, depende de cada uno; sin embargo, si que intentaré esclarecer algo el proceso. Mi opinión es esta: depende del personaje.

¿Es necesario planear el momento?

    Sí, no, tal vez, quizás, puede; tantas posibilidades, tantos caminos a seguir, tantas dudas (y nervios, ¿para qué vamos a negarlo?). Hay quien dice que la primera impresión es clave para dejar huella, eso podría ser verdad en las historias, pero no siempre ocurre así. ¿Acaso no habéis conocido personajes que os llamaron la atención avanzada la historia? ¿Cuántas veces un personaje que, en apariencia, no pintaba interesante y luego era importantísimo?

    Es posible que esto suene repetitivo, cansino incluso, pero vuelvo a incidir en la libertad de cada uno. No hay formulas correctas, no existe el manual perfecto a seguir ni hay un camino fácil. Escribir no deja de ser crear vida, literaria sí, pero vida, al fin y al cabo. Por mucho que se diga que los escritores siempre nos dividimos en mapas (detallistas y concienzudos) y brújulas (impulsivos e intuitivos), la realidad es otra muy distinto, incluso simple una vez lo entiendas: da igual cuanto lo planees, da igual si te dejas llevar, el proceso nunca va a ser fácil, ¿divertido? Eso seguro.

Consejos para su introducción: (¿qué factores deberíamos tener en cuenta?)

   Al igual que en la entrada anterior, considero que este proceso puede ser un auténtico quebradero de cabeza (por mucho que se disfrute), por eso quiero aportar unos pequeños trucos, matizaciones más bien, para lograr enfocarlos por pasos. Os dejo con ellos:

· Elegid el mejor momento: Tal y como ocurre con algunos arquetipos de personajes (el elegido, el maestro, el cerebro en la sombra, etc.), tener claro el momento en que deben aparecer es importante. Vamos con un ejemplo: imaginad que el héroe y su grupo está acorralado, los ejércitos enemigos los rodean y no hay salvación posible, entonces, el cielo crepito y el poderoso mago hizo su aparición. ¿Veis un poco donde está el truco?

Enfocándolo desde otro ángulo, los personajes irán apareciendo poco a poco, pero decidir cuando entran puede dar muchísimo juego, tanto o más como su misma creación. Sí, escribir es un proceso glorioso y tiene sus normas, pero no por ello significa que no haya formas de aprovechar al máximo las oportunidades de la ficción. Pensad en ello, os aseguro que es más sencillo de lo que parece.

· Tened en cuenta su personalidad: Retomemos por un momento la ficha de un personaje concreto, vamos a recordar exactamente como es, más concretamente en su forma de ser. La personalidad de los personajes puede ser un factor muy importante a la hora de introducirlos, de hecho, tener en cuenta que harán o no es algo que dictaminará de una forma u otra como se desarrolle la escena en la que aparezcan.

¿Qué haría un personaje prepotente al encontrarse con un protagonista de actitud calmada y honorable? ¿Tendría miedo un secundario con tendencia a huir de un conflicto en el que sus amigos estuvieran en peligro? Vamos con un ejemplo sencillo: coged al personaje que más os guste, el que más os inspire, y preguntaos como lo habríais introducido en la historia en que aparece. Puede parecer algo sin sentido, pero ahí está el truco: ponerse en la piel de otro escritor, imaginarse que lo hizo introducir a ese personaje de esa forma concreta, iluminará un poco ese túnel de incertidumbres.

· ¿Qué clase de personaje queremos introducir?: El tipo de personaje a introducir también tiene su miga, las preguntas no tardan en aparecer en este caso: ¿Debería tener una entrada épica un secundario? ¿Sorprenderá si el protagonista aparece en una escena simple y cotidiana? ¿Por qué tendría que hacer que el villano apareciera de la nada en vez de presentarlo poco a poco? Valga la redundancia, nunca hay caminos fáciles en la creación literaria, pero la diversión nunca faltará. Ya sabéis: caminos miles, posibilidades infinitas.

· No tiene que impactar desde el principio: Aquí quiero hacer un énfasis especial, algo que me gustaría dejar claro por pasiva y por activa: da lo mismo como entre el personaje, si entrada cual Rambo masacrando al ejercito enemigo o habla de repente y todo el mundo se da cuenta de que estaba ahí, pero (repito: pero) lo que hay que tener claro es que no hay que pecar de impresionismo en las introducciones de personaje.

¿A qué me refiero con esto? En los tiempos que corren, con tantas series y películas, me he encontrado de todo y, por desgracia, he leído libros que desde el minuto 1 me han dado la sensación de estar mirando a una pantalla y no leyendo una historia. ¿Cómo ocurre esto? Escenas repletas de elementos impactantes, acción en todo momento, descripciones del tirón y sin tener cuidado en los detalles. Voy a ser franco: cada personaje es distinto y todos tienen ese algo único que destaca su singularidad, así que, por favor, no creéis clones y no sigáis un patrón. No hay nada más aburrido y aterrador (incido aquí en que es mi opinión y no tiene porque influir en la vuestra) que una historia con todos los personajes iguales y entrando de forma épica e impactante en escena.

· Las causalidades ocurren: Seamos francos, lo mismo que he dicho antes que planear el momento y elegir el adecuado es importante, también os digo que el proceso creativo es maravilloso y muchas veces, simplemente, ocurre el milagro: llega la inspiración divina y ese personaje susurra a vuestra mente como quiere aparecer en la historia. ¿Es raro que ocurra? Para nada, no hay trampa ni cartón, me puede ocurrir a mí y a cualquier persona que lea esta entrada; eso sí, las causalidades no se fuerzan, pasan solas. No esperéis un milagro que puede no llegar nunca.

· Confiad, confiad siempre: Para cerrar esta entrada, ¿qué mejor que una pequeña dosis de confianza? Muchas veces el estado de ánimo juega malas pasadas a la hora de escribir, no siempre podemos estar felices y eso se notará en determinadas escenas. ¿Vemos a nuestros personajes sufrir? Dolerá, claro que dolerá, pero es parte de la historia que hemos creado, es un sufrimiento necesario. ¿Se casan dos personajes que son como hijos para nosotros? No hay mayor alegría que ver que tus pequeños han llegado al final del camino y empiezan una vida juntos (después de todo, ser escritor es una forma de ser un padre literario).

¿Qué tiene que ver todo esto con el título del último consejo? Fácil: quizás haya días grises en que las dudas nos invadan, quizás haya días negros en que perdamos la fe y pensemos que no podemos hacerlo; pero siempre sale el sol detrás de la tormenta. Pase lo que pase, nunca dudéis de vosotros mismos, confiad siempre en que podéis hacerlo y, si por un casual aparece el impostor, lo miráis a la cara y lo despedís con viento fresco. Cada uno tiene el poder para dar vida a sus historias siempre que quiera hacerlo, sois la única esperanza de vuestras ficciones personales, no les falléis.

    Con esto, termino el ciclo de entradas de este mes. Muchas gracias a todos por leerme, significa más para mí de lo que creéis. Hasta pronto.

2 comentarios:

  1. Hola. ¡Qué buena entrada! También escribo consejos y no me había planteado pensar en la introducción de un personaje a escena. Me encanta, es muy útil, y el blog me parece muy bonito.

    Soy del blog "Los consejos de una beta". Es un gusto conocerlo. :D

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    1. ¡Hola, muchísimas gracias por tu comentario! La verdad es que caí al final de la creación del hilo, es algo que no se suele tener en cuenta y no quería dejarlo en el tintero.

      Estoy suscrito a tu blog, un placer conocerte ^^

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