Entrevista a Iñigo Sota

    Hola a todos. Esta semana comenzamos con una nueva entrevista y aquí os traigo al agraciado: Iñigo Sota, autor de literatura contemporánea y un gran profesional con experiencia en diversos cambios. ¿Listos para conocerlo mejor?

PRESENTACIÓN:

Iñigo Sota (Pamplona) es periodista y doctor en Sociología.

Tras publicar su primera novela, Las distancias cortas (Cocó, 2008), y vender varios guiones cinematográficos y libretos teatrales, la asociación Bilaketa le galardonó en 2010 con el Premio Francisco Ynduráin para Escritores Jóvenes. En 2015, fue finalista en el II Concurso de Relato Negro Fiat Lux con su cuento Casi cadáver.

En la actualidad, compagina la escritura con su trabajo en un periódico regional.

El sueño más profundo es su segunda novela.

PREGUNTAS:

1. ¿Cuándo decidiste que querías ser escritor?

Pienso que no hay un momento exacto en el que uno decida serlo. En mi caso, llegué a la literatura porque siempre había necesitado expresarme de un modo más profundo. De pequeño, dibujé y pinté, fui a clases de piano durante dos años; en fin, probé diferentes formas de expresión artística durante mi niñez, pero fue en plena adolescencia cuando me di cuenta de que mi camino eran las palabras. No puedo dar una razón, un porqué, pero así fue.

2. En tu faceta como periodista, ¿cuál dirías que son los factores más determinantes para que una noticia sea conocida?

Podría extenderme demasiado, pero creo que, si algo define a una verdadera noticia de lo que simplemente es una anécdota que corre por las redes (de esto hay mucho), es su capacidad para hablar y visibilizar lo humano, lo que nos importa y puede tener, en mayor o menor medida, repercusión en las vidas de las personas o de su comunidad, sea esta del tamaño que sea.

3. ¿Hasta que punto consideras que las redes sociales son claves en una campaña de marketing?

No son claves, son absolutamente fundamentales. Para llegar a las personas, hay que estar donde están ellas. Y ahora están, en gran medida, en las redes.

4. Las emociones duras están muy presentes en tu obra, ¿fue duro el proceso de escritura?

Fue duro porque exige un ejercicio de constancia que algunos días se hace cuesta arriba, pero creo que existen cosas más duras en esta vida, mucho más. Escribir te obliga a ir paso a paso, con calma, y eso también hace del viaje una experiencia apasionante.

5. A raíz de la publicación de El sueño más profundo, ¿ha cambiado tu opinión sobre la publicación?

No, sigo pensando lo mismo: no hay que obsesionarse con publicar, sí con sacar la mejor versión de lo que escribes. Esto se aprende, creo, es un proceso. Me parece importantísimo dar el paso de buscar editor solo cuando estás totalmente seguro de que tienes delante la mejor versión de esa obra.

6. ¿Hay algún género que te interese especialmente? ¿Alguno con el que no te atreverías?

Estoy abierto a cualquier género. Cuando escribo, no pienso en géneros, solo en lo que quiero contar. Los elementos de cada género llegan después, de un modo inconsciente.

7. ¿Qué puedes contarnos sobre tus futuros proyectos?

Puedo contar que terminé una novela este verano, muy diferente a El sueño más profundo, pero de la que estoy muy orgulloso. Es de las que quiero publicar, llevaba con ella desde 2018, así que, cuando haya novedades, te cuento.

8. Si pudieras publicar en cualquier editorial de tu elección, ¿cuáles elegirías y por qué?

No puedo decirte solo una, hay muchas y muy interesantes. Me gusta cualquiera en la que exista un interés real por la obra y diálogo para sacar lo mejor del proceso de edición.

9. ¿Crees que el mercado editorial hispano puede competir con el extranjero?

Por supuesto. Por suerte, la oferta cada vez es más variada y, como lector, ya no hace falta irse muy lejos para encontrar ese libro que te gusta.

10. ¿Alguna vez te planteaste darle un final diferente a El sueño más profundo?

No. El final es lo primero que tuve claro, de hecho, la historia entera es la explicación de cómo todo se precipitó hasta ese desenlace. Ahí estuvo la parte más difícil: crear una historia de manera que el final fuera verosímil a la par que sorprendente.

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