Lista de libros

viernes, 26 de agosto de 2022

La escritura y yo

    Hola a todos. Imagino que estaréis echando en falta la reseña de esta semana, pero siento comunicaros que no ha podido ser. Se han complicado un poco las cosas estos últimos días y me ha sido imposible sentarme a leer, sin embargo, no tenéis de que preocuparos. Cerraré el mes con un par de ellas, incluida la primera dedicada a Tentacle Pulp.

    Esta entrada quiero que sea distinta a las demás, una liberación de lo que siento por así decirlo. Ya me he abierto alguna que otra vez a vosotros y os he contado sobre mis proyectos, cómo va el blog, lo que espero de él en el futuro… pero eso no es suficiente, ahora mismo no al menos. Había pensado en hacer una nueva sección o algo así, pero prefiero que sea directamente, sin adornos.

    Cómo sabéis, la pandemia ha sido una temporada muy dura para todos, un tiempo de incertidumbre en el que nada ha cambiado, de problemas y frustraciones en los diferentes ámbitos de la vida. De eso es lo que quiero hablaros hoy, de lo que supuso para mí este periplo de tres años largos que aún no ha terminado.

    Hubo muchos cambios en mi vida: acabé la carrera, me mudé a vivir con mi pareja, cambié de ciudad, tuve mi primera experiencia en el mundo editorial… Ha sido un camino largo, pero donde más lo he notado ha sido en la escritura. Al principio pensé que sería bueno ese encierro forzoso que fue el confinamiento, que tendría todo el tiempo del mundo para escribir, que la inspiración vendría sola; nada más lejos de la realidad. Cuanto más intentaba escribir menos conseguía, menos satisfecho estaba con lo que escribía y, a la larga, acabe teniendo un síndrome del impostor muy bestia. Ese fue el comienzo del problema, una frustración que no sabía de dónde venía.

    La primera vez que me aleje de la escritura me dije que sería un respiro, que volvería con las pilas cargadas y acabaría mi primera historia enseguida. Ahora ya han pasado tres años desde entonces y nada ha cambiado, sigo estancado en el mismo punto, y la respuesta es simple, tan simple que ni siquiera me paré a pensarlo: tenía miedo. Podía escribir cualquier cosa que me propusiera siempre que no fuera mis historias, daba igual si era escaleta o artículos literarios, si trabajaba en el worldbuilding o planificaba otros proyectos; la realidad es que me aterraba sentarme a escribir.

    Intenté salir de ese bloqueo tan bestia con una prueba de fuego, con el crowdfunding de Proyecto Criaturas, pero al final la solución fue peor que el problema. Esos 45 días son los peores que recuerdo en mucho tiempo y acabaron provocando todo lo que no quería: inseguridad, nervios, ataques de ansiedad. Os juro que hice todo lo que pude para lograrlo, pero no fue hasta meses después que entendí porque estaba condenado al fracaso desde el principio. No es que el libro fuera malo, es que era un bucle continuo de dudas: no enseñe portada ni figuras, la explicación de la página de verkami era confusa y no enfoque la publicidad de la forma adecuada. Me lo jugué todo a una mano sí, pero la culpa fue enteramente mía por no saber jugarla.

    Ahora miro ese primer intento con perspectiva y lo considero una dura lección, necesaria pero dura. Me sirvió para entender que no debía forzar las cosas, que debía entregarme al esfuerzo de la manera adecuada, pero nunca tirándome a la piscina por probar, confiando a ciegas en que saldría bien si me dejaba la piel en ello; no, nunca más. Tengo que confesaros algo: el ansia pudo conmigo, no porque quisiera verlo publicado enseguida, sino por miedo, por puro miedo. Veía a muchos de mis amigos avanzar en sus sueños y me hundí en una espiral de dudas, hasta el punto de que lancé el verkami por el simple hecho de demostrar que podía hacerlo, de que era capaz de acabar un libro. Doy gracias porque no saliera bien, no hubiera sido justo para el proyecto ni para vosotros, solo tras el fracaso y unos cuantos meses de reflexión pude entender eso.

    Había perdido el rumbo de la peor forma posible, obsesionándome con un triunfo que no merecía, luchando en valde por una oportunidad que ya estaba condenada desde el inicio. No lo hacía por la escritura, no lo hacía por mi historia, era por pura desesperación. Pero lo peor de todo esto es que, al lanzar el tomo 1 en esas condiciones y de una manera tan pobre, me estaba traicionando a mí mismo, al yo que ama la escritura.

    Durante estos años funestos esa ilusión que me movía a escribir se fue hundiendo lentamente en un pozo de desesperanza y frustración, de anhelos incumplidos y falsas expectativas. Sin darme cuenta dejé de sentir la pasión cada vez que terminaba una frase, el vínculo que me unía a los personajes que había creado, el cariño que le ponía a cada cosa que hacía; incluso las cosas que siempre me han gustado empezaron a perder sentido para mí. No disfrutaba con los videojuegos. No me lo pasaba bien viendo series. A veces ni siquiera leer me ayudaba.

    La literatura siempre fue un refugio en el que esconderme, un lugar donde podía ponerme en la piel de otros, la oportunidad de conocer las historias de personajes que sí lograban lo que deseaban, que triunfaban donde yo era incapaz de hacerlo. Al final incluso eso acabo convirtiéndose en un problema, uno que acabo aceptando incluso al blog. Había meses en que leía con pasión y devoraba los libros de una, pero otros era casi una necesidad forzosa, un último clavo ardiendo al que agarrarme. Sentía que si no podía cumplir con vosotros os estaba fallando, que si no subía contenido al blog estaría volviendo a fracasar. Ahí tenéis la explicación del período irregular de publicaciones, las vacaciones y porque hay tantos comentarios pendientes, un problema que pronto trabajare en solucionar.

    Para mí escribir es un acto de liberación, algo que me hace sentir vivo solo cuando le doy vida a esos personajes, cuando le doy forma a las historias que tanto tiempo tienen en mi cabeza (aunque me cuesta dejarlas salir y contentarme con el resultado, soy así de terco). Soy dolorosamente consciente de que no volveré a enseñar nada a nadie hasta que no me guste al 10000 %, pero acabará saliendo a la luz antes o después, eso os lo aseguro.

    Si tengo que darle las gracias a alguien es a todas esas personas que me motivaron y motivan a escribir. Mis referentes literarios: Cassandra Clare, Patrick Rothfuss, Kim Harrison, Laura Gallego. Mis mejores amigos. Mis adorados betas. Cada autor y autora valiente que logra acabar una obra y se lanza a publicarla. Sois el ejemplo de que ese sueño que anhelo, convertirme al fin en un escritor de verdad y publicar mis historias, es real y puede hacerse realidad. Son todas esas personas las que han hecho que recientemente rompa el bloque a pura fuerza de voluntad y siga escribiendo como antes de todo esto.

    Por desgracia, soy esa clase de persona que necesita ponerse metas sí o sí, anteponerse objetivos y obligaciones para forzarse a hacerlas. Por esa razón, para boicotearme a mí mismo y pegarle la patada definitiva al impostor, hoy os hago una promesa: ha sido una larga lista de fracasos, pero esa racha termina este mes. Se acabo rendirse. Se acabo el sentirme insuficiente como escritor. Desde hoy os juro que si caigo una vez más, volveré a levantarme con más ganas; que si no encuentro las fuerzas para escribir, haré lo que sea necesario para recuperarlas; que mis historias algún día verán la luz y estarán en su mejor versión.

    Siempre he sido de los que les cuesta tirar la toalla, pero hasta una piedra se rompe si la golpean lo suficiente. Ahora ya no estoy solo, pues os he prometido que me esforzaré por vosotros. Pronto volveréis a tener noticias mías. ¡Hasta pronto!

4 comentarios:

  1. A veces, es necesario hacer un alto en el camino para poder volver a encontrar el centro de uno mismo. Por otras razones, muy diferentes de las tuyas, ha sido un año muy irregular para mí, pero hice lo que tenía que hacer, dedicarme mucho tiempo para volver a resurgir.
    Ser escritor, me parece algo tan maravilloso, pero también, muy agobiante. Una obra tiene que salir al mercado con excelencia, no entiendo otra manera de publicar y no soy escritora, pero si trabajo en una editorial y sé lo que conlleva cada proceso.
    Creo que escribir se hace por gusto, no por obligación. Soy al revés de ti, no me gusta obligarme a nada, porque soy consciente de todas las cosas que debo hacer en cada momento, no obsntante y por otras circunstancias, he tenido que obligarme, incluso, a levantarme de la cama cada día.
    No bajes los brazos nunca, todos tenemos malas temporadas y seguimos batallando, ten por seguro, que todo tiempo de irregularidad, te servirá de experiencia y volverás con fuerzas renovadas como producto de tus ganas, sin que la vida te vuelva a enseñar el codo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Holaa
    Mucho ánimo!! Escribir es un proceso complicado y lleno de baches y más en este mundo actual. Sigue adelante!
    Un saludo
    Inkties

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola!
    La verdad es que me gusta leerte en este sentido, porque dices todo lo que yo no soy capaz de hacer. Igual que para ti, para mí escribir era un acto de liberación, de desahogar todo lo que tenía en la cabeza. Sin embargo, poco a poco y a medida que iba estudiando más sobre literatura abandoné el hábito por cobarde, porque nunca era suficiente. Aún hoy no he conseguido volver a escribir una línea, sin embargo, tengo la confianza de que algún día llegará. Como bien dices, no caer y si se hace, levantarse con más fuerza. ! Ánimo!
    Un besote!! ^,^!!
    ELEB 💜

    ResponderEliminar
  4. Hola!
    Sin duda esta es una entrada muy diferente a lo que esperaba y sinceramente me he sentido bastante identificada con ese sentimiento de querer pero no poder.
    En mi caso estuve sin estudiar un tiempo y claro, aproveché para escribir mis dos libros autopublicados pero cuando comencé con la fp el estrés era tal que no era capaz de escribir nada que fuera suficientemente bueno en mi opinión (literal escribí 7 veces un prologo, para que me entiendas xD)
    Ahora que estoy más calmada con eso y ya solo me queda un año (he tardado mucho más en terminarlo por causas personales) espero volver a la carga, estoy escribiendo más aunque nada serio así que ¡se puede!
    Mucho animo con tus proyectos ^^ estoy segura de que te irá bien.
    Un beso, nos leemos

    ResponderEliminar