Creación de descripciones 6 - Descripciones externas: Fauna, Flora y Robótica

    Hola a todos, volvemos al ataque con Creación literaria. La aventura de las descripciones continua y hoy toca abordar la parte más extensa del hilo con diferencia: las descripciones externas. Prepararos porque va a ser una auténtica odisea. ¡Vamos allá!

¿Qué son las descripciones externas?

    Probablemente nunca hayáis escuchado este término antes o, en su defecto, achaquéis el nombre a una mezcla entre descripción física y personal, pero no se trata de ninguna de estas. A raíz de pensarlo mucho y observar que los siguientes tres tipos de descripciones podían agruparse, me he tomado la libertad de englobarlas todas en un conjunto: las descripciones externas.

    Ahora bien, ¿de qué tipo de descripciones se tratan? Con ellas me refiero a todo lo que sea ajeno a las descripciones humanas o del entorno pero, que de forma inevitable, están relacionadas con estos y son una parte indivisible. Me refiero a las descripciones de la fauna, la flora y la robótica; en otros términos, a los animales, las plantas y los robots. Quizás ahora no veáis la relación entre ellas y ni siquiera se os ocurriera emparejarlas en una misma categoría, pero a medida que vaya avanzando esta entrada iremos estudiándolas detenidamente y encontraremos la relación que hay entre ellas.

    Para empezar, hay que responder una pregunta: ¿qué las hace distintas de las descripciones físicas? ¿A caso no tienen forma todos los animales, plantas y robots? La respuesta a la segunda pregunta es un claro “sí”, algo que no puede decirse con la misma seguridad de la primera. Enfocadlo de esta forma: mientras que las segundas se podrían considerar formas de vida inferior (únicamente desde la visión humana de no poder comunicarse con lenguaje hablado o la preposición de que tienen una inteligencia menor a la muestra; ambas teorías ni me representan ni las defiendo, soy un firme defensor de los animales) y la tercera sería una creación exclusivamente humana, todas requieren una serie de especialización en el lenguaje y su diversidad es tan amplia que es imposible no diferenciarlas.

    ¿Aún no es suficiente? He aquí el ejemplo definitivo: las personas, personalidades y paisajes tienen sus peculiaridades, sus patrones, pero siempre tienen límites que se conocen y no se pueden sobrepasar; por otro lado, si nos ponemos a pensar en los animales, plantas y robots, ¿existe ese límite diferenciado? ¿No existen miles, millones de variedades de cada una y se descubren/construyen más cada día? Ahí está el truco y la razón por las que ha nacido el concepto descripciones externas: su diversidad es libertad, es desarrollo, es evolución y, al mismo tiempo, es necesario poder incluirlas en un grupo bien diferenciado que destaque justamente por eso, por su pluralidad.

¿Por qué son tan importantes?

   Dejando atrás ese principio y mis motivos, al igual que ocurre con toda clase de descripción se vuelve necesario entender su objetivo, la necesidad de utilizarlas. En primer lugar, resalto nuevamente la variedad presente en la flora y la fauna, así como en la liberta de diseño que garantiza la robótica. No hay pocas preguntas que rebatan esta teoría y demuestren que es cierta: ¿existen dos especies de peces iguales fuera de las subespecies? ¿Es lo mismo una planta trepadora que un nogal? ¿Sería justo comparar a androides tan dispares como C-3PO y R2-D2 de Star Wars?

   Más allá de esa diversidad, destaca su importancia en el entorno narrativo y en el realismo que puede transmitir la historia. A no ser que vuestra historia esté ambientada en un mundo postapocalíptico en que la vida natural sea un recuerdo pasado, la ausencia total de animales y plantas no solo sería un crimen narrativo, también le restaría veracidad a vuestra historia. Sin importar en que escenario, ambiente o entorno se desarrolle, su presencia otorga ese toque de realidad, esos elementos que hacen que los lectores puedan identificar su vida diaria con vuestra historia, sin importar lo dispares que sean. En cuanto a los robots, sí, es cierto que pertenecen de manera primordial al género de la ciencia ficción, pero ¿qué les impide aparecer en otros campos? Solo la imaginación, nada más.

   Volviendo al quid de la cuestión, la respuesta a la pregunta es simple y directa: los animales y las plantas hacen que la historia sea más real, más cierta de lo que sería sin su presencia, así como los robots son una muestra de la inteligencia humana y un producto directo de su creación, más sí que están encasillados en su género de referencia. Fácil, sencillo y cómodo, ¿verdad?

Consideraciones a la hora de hacer descripciones externas:

    Una vez hecha la toma de contacto, es momento de empezar a tratar los puntos clave y trucos que nos ayudarán a visualizar de una manera más fácil esta clase de descripciones. Empecemos tocando una serie de puntos generales antes de entrar en cada una de ella, estos serían:

· Elegidlos de antemano: Ya sabéis como funciona esto, un poco de preparación nunca viene mal, más en este caso es completamente obligada. Para empezar, el género al que pertenezca vuestra historia influirá de una forma u otra en cual de esas tres descripciones sea necesaria. ¿Es una historia fantástica? Sin duda las dos primeras y difícilmente la única (al menos sin una explicación de la trama). ¿Es una historia de ciencia ficción? Perfectamente los tres, pero con toda seguridad el tercero será el rey.

Mi consejo es el siguiente: decidid la temática de vuestra historia y que queréis incluir en ella, ya sea de forma extensa o solo una serie de elecciones razonadas. ¿Para qué os servirá esto? No solo tendréis una idea inicial de que queréis incluir, sino que además tendréis parte del proceso resuelto. Sí, es una forma inocente de abordar el asunto, pero no deja de ser una ayuda. Tanto si escogéis cada elemento en una lista como si decidís que tipo queréis, es un paso adelante.

· Conoce el elemento a describir: Esto es algo que he repetido muchas veces y estoy siendo reincidente al extremo, sin embargo, no pienso dejar de hacerlo por lo importante que es. Como dice el refrán: “Si no puedes con tu enemigo, únete a él”, que traducido al entorno literario sería “conoce a tu objetivo y analízalo”, un proceso de lo más abstracto pero que, a la hora de la verdad, no deja de ser útil. No me detendré más al respecto, ya sabéis cual es la manera: aprended, observar, describid. Es el camino.

· No forcéis su aparición: Puede que tengáis muchas ganas de crear cantidades indecentes de animales y plantas, de incluirlos en vuestra historia porque os encantan, pero seamos sinceros: sin una razón para que estén ahí, tienen la misma importancia que las piedras del camino o ese periódico que nunca leéis. En efecto, ninguna, y eso no puede ocurrir en una historia.

Si queréis incluir una descripción de este tipo, lo más importante es darle una razón de ser, un motivo, lo que se reduce a hacer que aparezcan en la trama por X o Y, que formen parte de esta de una manera u otra. Vamos con un ejemplo: ¿recordáis el gran enfrentamiento en El león, la bruja y el armario? En esa escena aparecen toda clase de animales y criaturas fantásticas, y no solo ahí, sino en toda la película, pero pensad en porque aparecían. La trama apoyaba esa razón, la lógica del mundo sustentaba ese hecho; pues eso mismo es lo que tendréis que hacer vosotros si queréis que aparezcan. En vuestras manos queda.

· Tened presente la relación del personaje con ese elemento: De una forma o de otra, los personajes siempre llevan la voz cantante y eso es algo que ninguna historia puede cambiar. Por ejemplo, una manera que nunca falla es la de crear mascotas para nuestros personajes, darles una relación de afinidad con un personaje concreto y que formen parten de sus vidas. Con las plantas ocurre un tanto de lo mismo, no es difícil incluir flores en macetas en cualquier escenario o que se desarrollen escenas en bosques, selvas o similares.

No obstante, en el tema de la robótica ya resulta una misión mucho más difícil, tanto por el papel de estos como por la posibilidad de relacionarlos con los personajes. Si nos enfocamos en androides, se podría hablar de una relación de servidumbre con el inventor o de una rebelión de estos por una inteligencia suprema que quiere dominar el mundo (Terminator, no hay mejor referente); cualquier otra clase de máquina no inteligente, no deja de ser una herramienta en manos de quien la maneje. En resumen: todo depende de cómo enfoquéis esos elementos de cada campo y con quién los relacionéis.

· Usad léxico en función de cada uno: Aquí viene la parte más desagradable (o no, depende de lo que os guste el vocabulario técnico) porque, no nos engañemos, para hablar de cada una de estas descripciones hay que tener un mínimo de conocimientos de las siguientes disciplinas: zoología (fauna), botánica (flora) y mecánica (robótica); aunque claro, tampoco nadie os obligará a hacerlo.

A fin de cuentas, lo importante es hacer que el lector tenga una imagen clara de lo que debe ver y entienda qué es lo que está viendo, mientras eso se logré la complejidad de la descripción pasa a un segundo plano. ¿Mi consejo? Vosotros sabéis mejor que nadie como queréis describir estos elementos, nadie puede tomar esa decisión por vosotros.

· Relacionadlos con los entornos: Las cosas son como son, un árbol tropical no puede aparecer en un desierto lo mismo que no puede haber jirafas en los polos, simplemente no es posible. No hay otra forma más segura de incluir (al menos en el caso de fauna y flora) el entorno con estos, no solo porque hace que cobre todo el sentido su aparición si no que, además, garantiza esa sensación de realidad que se transmite al lector. En cuanto a la robótica, a lo dicho anteriormente me remito y añado un matiz más: muy bien hilado tiene que estar en la trama y justificado a las mil maravillas para que un robot o máquina de cualquier clase aparezca en un entorno, época o temática en la que no encaja.

· El tamaño y la percepción de estos importa: Siendo claro y objetivo, muchas veces se suele decir que la primera impresión es la que más importa y llevan toda la razón, eso es especialmente cierto en lo que a literatura se refiere. En la ficción narrativa los personajes no controlan la situación más allá de lo que vosotros como autores se lo permitáis, no dejan de ser marionetas en vuestras manos al final.

La mejor forma para visualizarlo es un ejemplo: pongamos que hay tres personajes andando por el campo y, de repente, una pata enorme se interpone en su camino y pertenece a una araña gigante. Al ser lo primero que ven, esa pata será el elemento inicial de su descripción y lo demás estará sujeto a la visión que tengan mientras ascienden. ¿Qué quiero decir con esto? Sencillo: tened en cuenta que debéis ver con vuestros ojos lo que queréis describir a través de los personajes.

Tipos de descripciones externas:

    Vamos a entrar por fin en faena, así que toca conocer los entresijos de cada una de estas descripciones. Espero que estéis preparados, a partir de este punto entramos en materia con fuerza. Para empezar, la división de estas descripciones es:

· Fauna: Los animales siempre son un elemento bonito, fácil de incluir en la ficción y que resulta agradable para el lector por una serie de motivos: le recuerdan a la realidad, la curiosidad hacia la vida salvaje es innata en la mayoría de casos y, en especial, son un elemento muy explotable en la literatura. Por supuesto, la diversidad en estos es un aliciente para explotar cualquier posibilidad existente o, en caso de tirar de iniciativa propia, crear nuevas especies vosotros mismos.

· Flora: ¿Qué sería de nosotros sin la vida vegetal? Sinceramente, nada, no solo porque respiramos el oxígeno que producen las plantas, sino porque el mundo estaría vacío sin la frescura y la vida colorida que proporcionan a este. Además, ¿no os resulta un poco complicado pensar en una sola historia sin plantas? Exacto, historias postapocalípticas o nada, así de simple.

· Robótica: Han tenido su reinado siempre en el género de la ciencia ficción y han dado lugar a toda clase de temáticas, desde la invasión del imperio de las máquinas a la coexistencia pacífica con la humanidad. De todos los tamaños y formas, con una inteligencia superior o mayor, con ganas de ayudar o destruir, los robots han tenido su reinado a partir del siglo XX y continúan evolucionando en la literatura hoy día.

Matices sobre cada tipo de descripción externa:

    A diferencia de otras clases de descripciones, el hecho de que esta categoría englobe hasta tres clases diferentes hace que la tarea se complique y es necesario matizar con exactitud las diferencias y similitudes entre unas y otras. Por esa razón, vamos primero a tratar este tema primero. Es importante saber que:

· Fauna y flora son indivisibles del entorno: Es una verdad a voces (y si se olvida ya estoy yo aquí para recordarla) y es bien sabido que todo entorno natural, fantástico o artificial tiene sus propias formas de vida y que estas se caracterizan justo por eso, por pertenecer a ese paisaje y no a cualquier otro. Conocer este detalle no solo es vital para saber que podemos incluir en él o no, también ayuda a la hora de tirar de realismo dentro de la historia que crearéis (siempre tirando de la base de usar elementos ya creados claro, si tiráis de inventiva y nuevas formas de vida el juego cambia completamente).

· El tipo de robot importa: Si algo nos ha enseñado el cine y la literatura de género, es que cada robot tiene su desempeño y área de acción que lo delimita, lo configura y, a fin de cuentas, le hace ser lo que es. Esto solo indica una cosa: cada robot está programado para desempeñar la tarea que realizar, por lo que resulta vital saber porque queremos incluir un modelo concreto en la historia y no cualquier otro.

Vamos con un ejemplo: intentemos comparar al ya mencionado C-3PEO con, por ejemplo, Darth Grievous (ya sabéis, el androide con 4 brazos y el mismo número de sables laser). El primero es humilde, servicial y obedece un instinto de lealtad y soporte hacia su creador; el segundo es todo lo contrario: es violento, cruel y disfruta de la destrucción, no le rinde cuentas a nadie. Por encima de todo eso, hay una verdad universal que los condiciona y es el tipo de robots que son: Grievous está hecho para el combate, C-3PO para la servidumbre. Recordad: la naturaleza es la verdad de cada robot.

· Un robot es artificial, la fauna y la flora son naturales: Otra verdad que tampoco puede negarse (al menos no por la vía tradicional) es que los robots no dejan de ser producto de la mano humana, mientras que la flora y fauna fueron creadas por medios naturales y un proceso evolutivo adaptado a sus zonas de influencia. Sí, es cierto que este razonamiento quizá sea algo obsoleto con el tiempo y pueda cogerse con pinzas en un futuro, pero ahora mismo las cosas son así. Es más, si ponemos en una escala las especies hibridadas por la mano humana y las naturales son tan dispares que no merece la pena compararlos, la supremacía de la naturaleza es indiscutible.

· El grado de complejidad varía en función de cada especie o diseño: Aquí viene la belleza oculta en estas descripciones, ese interés que puede nacer fácilmente en el lector por una razón muy simple: a diferencia de nuestra especie, estos tres campos no están sujetos a patrones naturales, no obedecen un único esquema biológico, sino que la variedad de especies y subespecies provoca una explosión de cambio y evolución, una diversidad evolutiva que la humanidad nunca conocerá (en el caso de los robots, es el deseo de innovación el que produce los cambios sí, pero no deja de ser verdad que su gama es mucho mayor a la humana).

· La presencia/ausencia humana influye en todos ellos: Las cosas claras, no nos andemos con tapujos, el hecho de que haya vida humana en una zona o la ausencia total de esta condiciona de una forma u otra la vida natural/robótica; es más, sin los humanos no habría robots en primer lugar (algo que solo se adecua a la realidad, en la ficción las cosas son muy distintas). Sin ir más lejos, nuestro planeta tiene parajes naturales en que la humanidad no ha puesto sus manos (y se nota, vaya que si se nota), mientras que muchos otros han sido mancillados por ciudades y urbanismo, echando prácticamente a los animales de esas zonas y matando a las plantas que reinaban en esas áreas.

    Ahora sí que sí, es tiempo de empezar con las pautas en el orden establecido al principio de la entrada: primero la fauna, en segundo lugar, la flora, y en tercer lugar la robótica.

Pautas que seguir (Fauna):

    Comenzando con la vida animal, esta clase de descripciones están estrechamente relacionadas con el orden natural de la naturaleza y se presentan de la misma forma. Por ende, mi recomendación es la siguiente:

· Vistazo general: Lo primero que capten los ojos de vuestros personajes pueden ser mil cosas: una parte de ellos, un vistazo fugaz, la totalidad de estos o apenas su silueta. Sea cual sea esa primera vista, no hay duda de que condicionará la descripción desde ese punto y se debe tener en cuenta como punto de partida obligatorio.

· Tipo: Antes de nada, hay que saber identificar frente a qué forma de vida animal se encuentran nuestros personajes y eso, lejos de resultar un desafío, es la mar de sencillo y solo hay unas opciones que, por suerte, jamás variarán. Estas son mamíferos, aves, reptiles, peces, anfibios y insectos. Fácil y sencillo, ¿verdad?

· Tamaño y color: El siguiente elemento que merece la pena destacar es lo que atrapa directamente al sentido de la vista, que no es otra cosa que el tamaño (grande, pequeño, enano, gigante) y el color, que puede ir desde los tonos primarios hasta las combinaciones más inverosímiles, desde un solo color hasta una combinación repartida de varios (en caso de esto segundo, se recomienda hacer alusión general a los colores predominantes o, directamente, continuar la descripción y mencionarlos según vayan apareciendo en el análisis visual).

· Piel y estado: Una vez ya se ha descrito el contorno general, es hora de entrar más en los detalles individuales. Siguiendo la línea anterior, lo siguiente es hacer mención a la piel (gruesa, suave, acorazada) y el estado (lustrada, cuidada, envejecida, dañada, sucia). Por supuesto, no hay que pasar por alto el tipo de piel (plumas, pelo, escamas, protuberancias óseas).

· Extremidades: Conocer con que se desplaza el animal en cuestión quizás sea algo evidente en este caso, pero no deja de ser necesario mencionar de que clase (pies, aletas, alas, garras) y longitud (cortas, largas, curvadas) son.

· Medio en que se desplaza: Puede parecer un detalle menor, más no hay que dejarse engañar y no se puede pasar por alto esto. Sí, quizás sea demasiado redundante incluso, pero jugad con este detalle siempre que podáis (especialmente si son animales que pueden moverse con comodidad por varios medios, como los reptiles, por ejemplo).

· Alimentación y dentadura: Esto último quizás no sea lo más necesario precisamente, sin embargo, pensad en las circunstancias en que pueden aparecer esas especies y como podéis hacer que aparezcan. ¿A qué ya tiene más sentido? Eso influye directamente en la dentadura (colmillos, molares) que poseen.

· Ojos: Sí, esto también es muy importante en el reino animal, especialmente si se tratan de especies carnívoras. En función de la especie, hay muchas clases de ojos: ofidios, feroces, felinos, etc.

    Ya sabéis como va esto, esto solo es un orden aconsejable, pero no es la única solución que podéis seguir. Tenéis imaginación, sed originales si así lo deseáis.

Pautas que seguir (Flora):

    Pasando ahora a la vida vegetal, estas son las pautas que, si bien están sujetas a cambio y son meramente orientativas, recomiendo al respecto:

· Vistazo general: Nuevamente, será el vistazo inicial el que dirija la descripción por un ritmo o por otro; sin embargo, en el caso de las plantas hay más factores, mejor dicho, sentidos que influyen. Cosas como el olor o la sombra que dan pueden dar mucho juego y anticipar su presencia de una forma u otra.

· Tipo: La vida vegetal es muy diferente entre sí y difícilmente podáis encontrar dos diseños naturales iguales, más lo que si os puedo decir es que resulta fácil distinguir un árbol de una flor, lo mismo que se parecen las lianas con las enredaderas. Distintas plantas, distintos usos. He aquí el juego.

· Tamaño y color: Ocurre un tanto como con los animales, más en este caso resulta de especial importancia su tamaño y la tonalidad, es decir, color que presentan. Con las plantas todo es posible y es fácil apreciar sus diferencias, así como su belleza.

· Corteza/tallo: En función de qué tipo de planta sea, podemos hablar de corteza (rugosa, áspera, leñosa) en el caso de los árboles o, por el contrario, del tallo de las flores. La diferencia importa, especialmente si se trata de plantas.

· Ramificaciones: De la misma forma, presentar de qué forma se distribuyen y como crecen resulta muy útil para visualizar el objeto. Pensad en la estructura de las plantas como un esqueleto en vertical, es más fácil describirlas de esa forma.

· Tipos y forma de hoja: Por último, si hay algo más llamativo que el conjunto es la composición de las hojas de las plantas, lo que nos lleva a hablar de su tipo (aserrada, dentada, cuneiforme) y forma (lineal, ondulada, oblonga). En verdad, esta distinción es simple y puede unirse en la misma, de hecho, podéis pensar en que tipo y forma son iguales.

    Eso sí, este sistema se aplica para describir plantas de una en una, ya si queréis describir variedades la cosa cambia. En esos casos, podéis tanto describirlas una a una como resaltando sus diferencias mientras las presentáis a vuestros lectores.

Pautas que seguir (Robótica):

    Una vez presentadas las más comunes, es tiempo de meternos en el escabroso y tecnológico terreno del último tipo de descripciones. A la hora de describir robots, lo más importante es:

· Vistazo general: Esto siempre va a ser el primer paso, da igual la clase de descripción que sea, pero nunca está de más sacarlo a relucir.

· Tipo: Si hay algo que destaca en la robótica, es lo esquemáticos y fáciles de identificar que pueden ser los diseños según su utilidad. Siguiendo ese planteamiento tenemos un poco de todo, desde aquellos diseñados para el combate hasta los que tienen una utilización meramente industrial, sin olvidarnos de aquellos con función asistente. Ya sabéis: utilidad = tipo.

· Tamaño y forma: La originalidad siempre está a la orden del día en cuanto a las creaciones mecánicas inteligentes, así que no dudéis en dar todo el juego que podáis al respecto. Eso sí, nunca olvidéis que hay que presentarlos adecuadamente, primero con tamaño y luego con forma.

· Complejidad del diseño: Para gustos los colores como se suele decir y he aquí un problema (o una ventaja, depende como se mire). A la hora de describirlos se puede ser todo lo minucioso que se quiere o, simplemente, presentarlo como lo que es y describirlo por encima. Eso sí, tanto si se coge una opción como la otra, nunca hay que olvidar qué tiene que explicarse de forma que el lector pueda imaginarlo con facilidad. En lo personal recomiendo esto: si no queréis entrar en detalles técnicos, limitaros a decir color y presentadlo como tal.

· Capacidad de desplazamiento: Esto nos lleva también a meternos un poco en el tema del diseño, lo que en cierto modo se parece a hablar de las extremidades de los animales. Miradlo de esta forma: podéis hablar de aquellas partes de sí mismos que los hacen moverse o presentadlo en una primera parte de la descripción. En vuestras manos está la decisión.

· Inteligencia: Respecto a esta opción, es meramente descartable y no tiene ninguna razón de ser salvo en un caso: que el personaje tenga conocimiento de ese diseño concreto y sepa de que trata, en cuyo caso hay que informar al lector mediante la descripción de que ese personaje sabe de lo que está hablando.

    Sinceramente, este tipo de descripciones pueden ser divertidas de hacer o todo lo contrario, depende de cuánto os guste implicaros en el proceso. ¿Mi consejo? Sed sensatos y disfrutad del proceso, no hay de otra.

Consejos para tener en cuenta:

    Finalmente hemos llegado a la parte final, esos consejos con los que me gusta cerrar cada apartado. Teniendo en cuenta lo extensa que ha salido esta vez, no voy a detenerme demasiado en los consejos finales, solo a dar ciertos retoques a lo ya dicho. Estos son los últimos apuntes al respecto:

· Pensadlos antes de incluirlos: Ya se ha dicho y se ha recordado por pasiva y por activa, sabéis como soy y no me gusta terminar sin decirlo, así que… no dudéis en prepararos para la tarea. Creedme, os hará falta, y no lo digo por asustaros. He aquí un ejemplo: pongamos que os habéis preparado a conciencia para describir a leones, árboles y robots de combate, pero, sorpresa, la trama os pide, de repente, incluir elefantes, flores y robots domésticos. ¿No estaríais perdidos en esta situación? Eso no ocurrirá si os preparáis y decidís que queréis y que no en vuestra historia. Recordad: un camino listo es un camino que se pasa fácil.

· El momento y el cómo introducirlos son clave: ¿Recordáis el ejemplo de la araña gigante? Pues ahí está la cosa, y la mejor manera de hacer que suceda esa sorpresa narrativa es la siguiente: elegid con sabiduría cuando queráis que se de esa aparición, de esa forma no solo controlaréis el impacto que pueda crear, sino también seréis conscientes de cuando ocurrirá y no os pillará de sorpresa.

· Cada entorno es una oportunidad: Como se suele decir, cada paisaje es único y las posibilidades son infinitas, tanto así ocurre con la literatura. Tanto si usáis entornos que ya conocéis y os inspiráis en la realidad, como si vais por libre en un mundo que obedece enteramente a vuestros designios creativos, todos son campos de juegos para vuestra mente creadora. Usadlos como queráis, divertíos.

· No describáis sin motivo: Si bien os he dicho durante toda la entrada cómo, cuándo y de qué forma describir, ahora os digo todo lo contrario, ¿por qué? Pensadlo: ¿es divertido leer una historia en que cada cosa que aparece, cada escena y cada acontecimiento son meramente descriptivos? La respuesta es un claro, conciso y gigante “no”. El triángulo narrativo no existe por nada y recordad que, si os enfocáis demasiado en las descripciones, al final personajes y trama quedan en segundo plano, ¡y eso si que no! Recordad: solo si es importante y aporta algo es necesario describir, de lo contrario es un mero adorno, una piedra en el camino.

· Tened paciencia: Os aviso por adelantado: las descripciones no son moco de pavo y son frustrantes, terriblemente frustrantes si os empeñáis en hacerlas cuando no estáis preparados, por eso lo mejor es tirar de paciencia y esperar. Sí, no va a ser fácil, y sí, querréis terminar cuánto antes, pero ya sabéis el refrán: “el trabajo bien hecho da alegría en el pecho”.

    Eso sería todo, ¡menuda entrada ha quedado! Muchas gracias a todos por acompañarme una vez más, este viaje no sería el mismo sin vosotros. Hasta pronto.