Especial 6 meses - Preguntas y Respuestas

   Hola a todos, bienvenidos una vez más a este modesto blog. Hoy es un día especial, se cumplen nada menos que 6 meses desde que este proyecto vio la luz y, la verdad, estoy sorprendido. No pensaba que sería capaz de seguir activamente durante tanto tiempo, pero si lo pienso con tranquilidad está claro cuál es el motivo: vosotros, el hecho de que haya tanta gente que lea y apoye este blog.

    En esta ocasión quería hacer algo especial, cambiar un poco la dinámica respecto al especial anterior. Siempre he tenido la libertad de decir y publicar lo que he querido, así que hoy quería daros la palabra a vosotros, los lectores. Por eso este especial va a ser un Preguntas y Respuestas, para que podáis ver cumplida esa curiosidad que os llevo a preguntar.

    Antes de nada, quiero daros las gracias a todos los que habéis hecho posible esta entrada que, literalmente, no la estaría haciendo sin vuestra ayuda. Os lo agradezco de todo corazón. ¡Vamos allá!

¿Un libro que te inspirará?

Siempre es complicado hablar de referentes, es difícil no mirar una historia que me guste y pensar “ojalá pudiera escribir como X o tener esa capacidad de Y para narrar”. Como lector, se podría decir que cada libro tiene algo de maestro y cada personaje con el que me identifique dejo su propia marca en mí; como escritor la cosa es muy distinta, a veces tengo que dejar aparcada esa parte para poder disfrutar de una historia y no enfocarme tanto en los detalles técnicos.

Ahora bien, hoy por hoy tengo que darle las gracias a 4 autores/as por motivarme a escribir a través de sus obras, cada uno dentro de sus campos de especialidad: Laura Gallego no solo fue la primera autora que leí y me descubrió la pasión por escribir con Memorias de Idhún, también me enseñó a valorar a los personajes como personas reales dentro de la ficción; Patrick Rothfuss me hizo abrir los ojos con El nombre del viento y El temor de un hombre sabio, logró hacerme entender que la 1ª persona daba unas posibilidades muy distintas y que el enfoque narrativo cambiaba completamente en ese caso; Kim Harrison me enamoró profundamente con Rachel Morgan y sus aventuras, además de descubrirme el uso introspectivo de los pensamientos en 1ª persona y que podía contar las cosas en más de un plano narrativo a la vez; Cassandra Clare siempre tendrá mi más profunda admiración y disfruto de sus historias como la primera vez, no hay mejor maestra en el uso de la 3ª persona que ella y sus Cazadores de sombras.

¿Un autor que hace mucho que quieres leer, pero no se ha dado la ocasión?

Demasiados, hay tantos libros que me cuesta elegir solo uno y, debido a mi situación económico, hasta he tenido que hacer lista y decir “tú si, tú no”; es duro, pero no puedo comprar todos los libros que me gustarían.

Las autoras que tengo más ganas en la lista de pendientes son Holly Black y su saga Los habitantes del aire, todos y cada uno de los libros de Iría G. Parente y Selene M. Pascual, la trilogía El arco de la guadaña de Neal Shuterman y algunos libros de Victoria Álvarez.

¿Un libro que “todo el mundo” adora y tú no?

Sé que no tienen culpa los autores y que soy yo el único convencido de esto, pero tiendo a huir bastante fuerte de las modas. Cuando un autor/a empieza a aparecerme en bucle en la tl de Twitter o no paro de escuchar de él, se me quitan un poco las ganas de leerlo y va mentalmente a la lista de espera. No es nada personal ni me han hecho nada, pero siempre me ha molestado un poco que intenten convencerme de las cosas con insistencia. Me pasa con series, con videojuegos y con libros, nada se escapa de esta pequeña “manía”.

Ahora mismo los que encabezan esa lista son George R. R. Martin y Juego de Tronos, así como cualquier libro de la mano de Brandon Sanderson.

¿Qué elementos consideras “esenciales” en una obra para que pase por tu filtro y te guste?

La verdad es que no soy demasiado quisquilloso como lector y no rechazo libros con facilidad, pero lo principal para que me llame un libro es la sinopsis (sí, soy de esos que la portada le llama la atención lo mínimo y necesario). Ahora bien, cuando empiezo a leer si que me gusta que esté todo bien hilado, poder sentir las emociones a flor de piel, tener esa oportunidad de conocer a los personajes y vivir la historia como si estuviera viendo una película. Si un libro tiene todos esos elementos, entonces seguro que me lo volveré a leer tarde o temprano; en caso contrario… bueno, al menos lo leí una vez.

¿Qué es lo que más te gusta de reseñar?

Tener la libertad de poder ofrecer mi opinión y, sinceramente, es algo muy extraño viniendo de mí. Me explico: desde pequeño siempre he sido tímido y me ha costado dar mi opinión, me cortaba bastante a la hora de responder preguntas en clase o poder opinar libremente en debates o cosas así, pero ahora que he crecido miro hacia atrás y me doy cuenta de las oportunidades que desaproveche. El hecho de dejar mis impresiones sobre un libro es una sensación tan familiar como la que siento al escribir, una conversación con cada lector o persona que lee la reseña.

Volviendo a la pregunta, lo que más valoro es la libertad de expresión, el hablar sin tapujos y con la verdad sin ser interrumpido; en definitiva: la posibilidad de compartir la huella que ha dejado ese libro en mí.

¿Alguna vez te has sentido cohibido a la hora de expresar tu opinión sobre la obra de otro autor?

Aunque pueda parecer raro o conveniente, nunca me ha pasado. Tiendo a ser sincero por naturaleza y contar las cosas como las siento, algo que me gusta también reflejar en las reseñas (a pesar de que en estas intento siempre sacar lo más positivo). Por poner un ejemplo, en una de las últimas reseñas que hice, El sueño más profundo, llegué a sentir malestar por las emociones tan oscuras presentes en la historia y fue una lectura dura para mí. Si hubiera mentido en la reseña, sería como hacer trampas y no estaría siendo justo para quien la leyera, por eso deje esa advertencia al final y dije las cosas tal cuál, advirtiendo que no era un libro para todo el mundo.

¿Sabrías calcular que tiempo de tu vida has pasado leyendo?

Guau, esta pregunta es de las difíciles. No sabría decirlo con exactitud, pero haciendo cuentas y pensando fríamente en cada momento en que me he puesto a leer un libro y me he perdido en la literatura… diría que no menos de 3 años y no más de 8 (no hay nada de exacto en estas cifras, he tirado de valores mínimo y máximos, pero creo que podrían ser verdad perfectamente).

¿Algún libro que siga en la estantería desde hace mucho y es que no te llama nada?

No es culpa suya y no es por falta de interés, sino más bien de tiempo. Hoy por hoy tengo una colección extensa y muchos libros ni siquiera han salido del estante una sola vez, no porque no quiera sino porque siento que aún no ha llegado su momento. No obstante, tengo varios libros de Dragonlance que no me animo a cogerlos por varios motivos: primero, son primeras partes y no tengo las continuaciones; segundo, la lista de pendientes sigue aumentando cada día y ellos no están en la lista; tercero, soy consciente de la amplitud de la amplitud de la colección y querría hacérmela toda, así que ignorarles por el momento es la mejor salida (tanto para mí como para mi bolsillo).

¿Todo aquello que siempre quisiste saber y nunca te atreviste a preguntar?

Esta pregunta es más bien abstracta y podría tener muchas interpretaciones, pero voy a tirar por lo más simple: si hay algo que quiero saber y que necesito respuesta, a pesar de saber lo egoísta que resulta, es… ¿por qué cada vez que me encariño con un secundario, este la acaba palmando? ¿Por qué traducir una saga que me encanta y, de repente, cortar en el sexto libro la publicación en español? ¿Por qué el maestro Rothfuss se niega a seguir con la historia de Kvothe y la publica de una vez?

¿Brújula o mapa?

Mapa declarado, da igual la extensión que tenga el proyecto a escribir. Soy metódico por naturaleza y me pasa como a las pistolas viejas: si no estoy preparado del todo, me encasquillo con facilidad y empiezan a surgir dudas. Sí, es un auténtico engorro, pero yo no lo elegí.

¿Género favorito para leer? ¿Y para escribir?

Me encantan los géneros fantasía, histórica y novela negra, hasta el punto de que me pierdo fácilmente en cualquier libro de estos géneros y son los que quiero tocar; no obstante, ahora mismo me siento más preparado para escribir de los dos primeros y dejaré el tercero en el banquillo. Tengo grandes planes para un proyecto de novela negra, pero sin la preparación necesaria no me atrevo a empezar a escribir más allá del esqueleto narrativo.

¿Tienes algún objetivo concreto en mente cuando escribes o los objetivos aparecen a lo largo de la escritura?

A pesar de que es algo que me da rabia y me frustra mucho en ocasiones, soy incapaz de ponerme a escribir si no me hago antes un resumen, guion o estructura de lo que quiero plasmar. Me gusta saber que el camino ya está fijado y que no puede sorprenderme de ninguna manera, aunque a veces pasa que una idea aparece de golpe en mi cabeza y surge el conflicto entre seguir a mi instinto o hacerle un hueco a esa nueva posibilidad (normalmente, suele ser un 50/50, todo depende de lo que aparezca de improviso y como pueda trastocar todo lo anterior).

¿Cómo despertó tu pasión por la escritura?

Imagino que un poco como a todos, pero eso sería quedarse corto. Solo sé que un día estaba leyendo sin más y entonces me pregunte “¿y si yo tuviera algo que contar? ¿Sería capaz de hacerlo?”, a partir de ahí ya no pare. Los referentes que he mencionado antes también tuvieron mucho que ver en que quisiera escribir, pero la principal razón por la que me arranque con la escritura fue, simple y llanamente, que quería compartir mis historias con los demás (lo reconozco, necesito el contacto con los lectores y me encanta que opinen sobre lo que hago. No hay nada que me haga más feliz).

¿Cuándo decidiste dedicarte a la literatura?

No estoy muy seguro de la fecha, pero sí de que ese sentimiento fue por fases. Al principio, a los doce años, era solo un hobby, una forma de desconectar y poder hacer lo que quisiera en un mundo bajo mi dominio completo. Esa sensación se volvió algo más profundo a los 18 años, ahí fue cuando empecé a escribir relatos y a darle pinceladas a mis primeras historias (con básicos resultados, todo sea dicho); pero si tuviera que poner un punto de inflexión clave, sería cuando entre en el grado de Filología Hispánica a los 21 años. Solo a partir de entonces estuve seguro de que quería ser escritor y empecé a tomarme más en serio la literatura, cuando empecé a preocuparme por dar lo mejor de mí en mis historias y relatos.

Mi carrera me trajo muchas cosas buenas y otras tantas malas, sin embargo, no sería el que soy hoy si no me hubiera despertado la más importante: la ambición por escribir.

¿Cuál fue tu primer relato? ¿Puedes contarnos algo de él?

Lo recuerdo como si fuera ayer, nació cuando tenía 18 años y se llamaba “La condesa sangrienta”. Trataba de una vampira irascible que tenía el mismo nombre que el coctel Bloody Mary y que, según lore interno del relato, se llamaba así por ella. Es gracioso que de un relato que escribí sin más haya surgido una parte clave del proyecto Leyendas, irónico también.

¿Cuáles son tus géneros favoritos para corregir? ¿Cuáles los que más te cuestan?

A la hora de corregir dejo de lado mis intereses personales por dos razones: la primera es que eso sería catalogar a un proyecto como “bueno” o “malo” y eso sería perjudicial al enfocarlo así, la segunda es que mi opinión como lector no importa demasiado y se me paga por tener una visión crítica y arreglar el manuscrito en el plano escrito.

Eso sí, como lector siento predilección por la fantasía, la historia o la novela negra por la afinidad que tengo con esos géneros, me resulta más sencilla ponerme en la piel del escritor y imaginar lo que intenta expresar o como suceden las cosas. Por otra parte, la romántica y el terror son géneros que me resultan más complicados, no tanto por el factor emocional como por mi interés en los mismos.

¿Qué esperas conseguir en un futuro?

Soy un soñador empedernido (de ahí el nombre del blog) y, ya sea para bien o para mal, un tanto ambicioso. No pido mucho, solo que se disfruten de las historias que tengo previsto escribir y que la gente las disfrute tanto como yo cuando las escriba; sin embargo, no negaré que me gustaría tener ese codiciado título de “bestseller”, no tanto por lo económico (que también, no nos engañemos) como por el hecho de que mis proyectos llegarán más lejos. Es más, el proyecto Criaturas está pensado para tener una difusión importante y necesito que sea así, que lo consiga o no ya es otra historia.

¿Has sido apoyado por tus familiares/amigos en tu camino literario?

A pesar de que mi familia no lee mucho y que mi hermana no sale del género romántico, si que me apoyen en la escritura y se alegran cuando termino un relato, hago una reseña o participo en podcast. Reconozco que quería que me leyeran y pensaba que me animaban por cumplir, pero eso cambió el día en que grabe un programa en directo para la universidad: el hecho de ver sus caras de ilusión y el orgullo en los ojos de mis padres me lo hizo ver todo claro, desde entonces sé que puedo contar con ellos en ese aspecto.

En cuanto a amistades, puedo decir con total franqueza que cada uno de ellos ha sido una bendición y me he sentido arropado en ese sentido. Nunca me han faltado buenas opiniones ni apoyo de su parte, me han hecho ver las cosas que hacían bien y las que no, tan dispuestos a darme una palmada en la espalda como una patada en el culo si la merecía.

Si escribo hoy es por todos ellos, ya sigan a mi lado o se quedasen en el camino.

¿Escribirías sobre un personaje con sexualidad distinta a la tuya?

No veo porque no, es más, no entiendo porque hay tanto follón social con el tema del género. Como yo lo veo, mis personajes son personas tan reales en su propia ficción como lo soy yo en esta realidad y tienen la misma libertad, ¿qué derecho tengo yo a decirles que tienen que ser heteronormativos? Ninguna, y eso es algo que tendría que entender la sociedad: cada persona es un mundo y el amor no depende de gilipolleces como la religión, los convencionalismos sociales o “el qué dirán”; eso son memeces, argumentos basuras.

Si el día de mañana quiero incluir a personajes homosexuales, bisexuales, no binarios o de género fluido, lo haré porque así me lo habrán expresado ellos mismos, no porqué quiera el respeto o la aprobación de la sociedad. Lo dejo claro desde ya: como autor soy su padre sí, pero no elijo por ellos, ni en ese sentido ni en ninguno.

¿Ha sido fácil el camino hasta dónde estás?

Definitivamente no, y lo agradezco, por muy duro que haya sido. ¿Hay cosas de las que me arrepiento? Sí, demasiadas, pero no las cambiaría por nada del mundo. Cada ostia de realidad, cada caída, cada bache, cada desilusión y cada sueño roto me han convertido en lo que soy. Negar eso no solo me convertiría en un iluso, sino en un fraude, un cobarde demasiado asustado para reconocerlo.

La vida es un juego de luces y sombras, no puede haber alegría sin tristeza, lo mismo que tampoco puede haber paz sin guerra. Soy lo que soy porque recorrí el camino y no me rendí, no hay verdad más grande que esa.

¿Cambiarías algo de tu vida actual?

Podría decir cosas como que me gustaría ser rico, vivir con más comodidad y no tener que preocuparme tanto por las cosas, pero ¿en qué me habría convertido eso entonces? Valoro las cosas porque conozco su importancia y les doy el reconocimiento que se merecen, algo que podría ser muy distinto si hubiera tenido todo lo que hubiera querido sin necesidad de esforzarme. Mi vida no es perfecta, pero es tal cual es y me gusta que sea así. No me cambiaría por nada ni nadie, ni ahora ni nunca.

Ahora que colaboras con Niña Loba Editorial, ¿te gustaría colaborar con alguna más? ¿Con cuál?

Estoy muy contento con el trato y la oportunidad que me ha dado Niña Loba, la verdad es que es algo que me hace mucha ilusión y es una editorial que considero de las mejores en nuestro país. Siendo sincero, me encantaría colaborar con cuantas más mejor, pero si tuviera que elegir algunas en concreto (por señalar unas pocas, la lista es larga) serían Imsomnia, Nocturna e Hidra.

¿Qué querías ser de pequeño?

Curiosamente, mis primeros pasos en la universidad tuvieron que ver con la Historia y, al ser mi pasión la paleontología y los dinosaurios, acabe entrando en el grado de Geografía e Historia (con lamentables resultados). Me gustaban tanto los dinosaurios que quería ser paleontólogo, sueño que se quedó en el intento y ahora me esfuerzo por ser escritor y trabajara para una editorial.

¿Quiénes son tu mayor influencia literaria?

Por responder esta pregunta de una manera diferente y no decir una lista de nombres, esta es la respuesta: mi mayor influencia son esos autores/as que viven para sus historias, esas mentes maestras que se desviven por crear sus propias ficciones y dedicarse a ellas en cuerpo y alma, esos genios que aman a sus personajes por encima de todo, esas madres que hablan con todo el amor del mundo de sus historias.

Sí, tengo mis autores predilectos, pero a la hora de la verdad estas personas son las que me inspiran; aunque claro, también tengo un referente fuerte en la saga Final Fantasy y aspiro a poder crear una pequeña parte de la magia que me transmitieron algunos títulos de la franquicia.

¿Qué es lo más “complicado” de llevar un blog literario?

No diría que es exactamente “complicado”, pero sí que es cierto que requiere mucho tiempo y tener muy claro cuándo, cómo y por qué subir las entradas. Al principio era todo un poco más caótico y eso se nota en los primeros meses, con el tiempo he tenido que hacer una escaleta por meses para saber cuándo voy a subir que entradas y que exista un equilibrio (intentar evitar dos reseñas seguidas o dos entradas de creación literaria continuadas y cosas así). Todo depende de cómo vaya de tiempo cada mes, hay semanas que son flojas y otras en las que no doy abasto; a fin de cuentas, la clave es organizarse y parece que le he pillado el tranquillo.

¿Qué opinas del género fantástico? ¿Y de la literatura infantil?

Adoro el género fantástico por la posibilidad de crear cualquier cosa concebida por la imaginación, por esa facilidad de plasmar mundos propios y razas que tienen su historia, su vida, su razón de ser. Siempre me ha gustado la fantasía y nunca dejará de gustarme, sé que peco de favoritismo al decir que es mi género favorito, pero es la pura verdad.

Respecto a la literatura infantil, admiró esa capacidad de llenar de moralejas y enseñanzas esas ficciones enfocadas en las mentes más jóvenes, así como ese afán por querer transmitir mensajes que calen en los pequeños y les ayuden a tejer esas pequeñas diferencias entre lo que está bien y lo que no. Un género muy necesario en los primeros años, lo tengo más que claro.

¿Algún día te animarías a hablar sobre temas polémicos o poco conocidos?

Con esto me ocurre un poco como con el tema del género, no soy yo quien lo elige. ¿Crear una trama que critique la religión o las convenciones sociales? Podría ser, pero lo más seguro es que tire de subtramas o algún personaje concreto emprenda una lucha contra aquello que le parezca mal. El futuro dirá, a saber.

¿Qué género sueles escribir?

Al responderla antes, voy a aprovechar para darle otro enfoque: soy principalmente escritor de fantasía, aunque no quito poder escribir de otros géneros de mi gusto como novela negra o histórica. Sin embargo, algo clave a la hora de escribir y que me afecta siempre es que muchas veces, especialmente los relatos, no pienso en un género concreto a la hora de escribir si no que cuento los acontecimientos y las escenas y luego, una vez escrito, me preocupo si encaja en un género o no. Claro está, como dice el refrán “la cabra tira para el monte” y eso me pasa a mí con la fantasía.

¿Alguna vez has leído el libro de un amigo/conocido en el que te has tenido que morder la lengua porque no le veías ni pies ni cabeza?

Una pregunta peliaguda esta, pero no difícil de responder. Dicen que la confianza a veces da asco y eso es una verdad a medias, me explico: ha habido alguna que otra vez que mi opinión no ha sido del gusto de la otra persona y eso no es malo necesariamente, cada uno decide si se toma esas respuestas desfavorables como una crítica constructiva o como ataques. En mi caso, agradezco si me dicen a las claras si hay cosas que no encajan o si no tiene sentido algo que haya escrito, mejor enterarme por esas personas a cometer un error más adelante. En resumen: no, no me he mordido la lengua.

¿Dónde poner el límite de la sinceridad en las reseñas?

Esto es complicado, no por la sinceridad en sí, sino por ver como hablar del libro sin incidir en el spoiler. Tal como tengo pensadas las reseñas, lo único que importa realmente es que muestra mi opinión en cada uno de los apartados de estas; sin embargo, ¿eso significa que no esté siendo sincero? Todo lo contrario, lo soy, pero de forma comedida, sinceridad a través de la consideración con el lector. Siempre me pongo en la situación de la otra persona y no me gustaría enterarme de partes importantes de la historia sin leerla, eso sería irrespetuoso de mi parte.

Ahora bien, si la pregunta es sobre hasta qué punto se puede ser sincero sin mentir o halagar… ahí la cosa cambia bastante. Considero que una reseña tiene que ser sincera, no tiene sentido atacar abiertamente una historia o ponerla por las nubes si no es la verdad. También hay que tener en cuenta que lo que hables sobre una reseña condiciona en primer lugar a los lectores y ya tienen una idea preconcebida sobre esa historia, por lo que tu opinión es doblemente importante y puede hacer mucho bien o mucho mal. Insisto: reseñar es presentar una obra al lector y hablar con franqueza de esta, las mentiras y el peloteo ni son plato de buen gusto ni es justo para los lectores y su autor.

¿Qué clase de historias serías incapaz de reseñar?

Considero que no existiría como tal una “reseña imposible”, aunque si que podría haber un caso y no me escondo: no tengo intención de leer ningún libro que sea estrictamente comercial, esos que siguen un patrón definido y la historia es irritantemente parecida en decenas y cientos de libros. Por esa clase de cosas no paso ni lo haré nunca.

¿Te has encontrado alguna vez con un manuscrito demasiado complicado de corregir?

Hasta la fecha no ha sido así y puedo estar tranquilo porque los pocos encargos que he realizado tenían nociones suficientes de escritura para no presentarme textos que hicieran ardua la edición. Ahora sí, recomiendo siempre cosas básicas como justificar el texto antes de mandar un manuscrito, es más fácil para el corrector trabajar y ese orden puede esconder las carencias o erratas que pueda presentar a simple vista.

¿Qué sientes cada vez que escribes?

Es algo difícil de explicar, una sensación a la que me cuesta poner un nombre. Es como si una parte de mi volviera a nacer, como si desconectara del mundo por unas horas y diese vida y forma a las ficciones que creo, una especie de omnipotencia en un mundo que sigue mis designios y voluntad; pero eso no es todo. Escribir es libertad pura, es poder creador sin prejuicios, es innovación, es mil cosas y, al mismo tiempo, una sola. En definitiva, es dar la oportunidad a mi alma de expresarse como quiera a través de las tramas y los personajes.

¿Tienes alguna opinión impopular sobre un clásico?

No sabría que decirte, depende de cada obra. Para empezar, los clásicos tienen una historia detrás y se ha argumentado, teorizado y hablado de ellos hasta la saciedad, por lo que habrá tanto buenas opiniones como malas. Ahora bien, si la pregunta es si tengo una opinión fuera de lo común sobre algunos clásicos podría ser esta: que haya gente que defienda, por ejemplo, Don Quijote de la Mancha y yo la recuerde como una lectura densa y complicada de disfrutar, no significa que sea malo. La opinión de cada uno es tan cierta como la de otro, ¿verdad?

¿Qué es lo que te inspira a la hora de crear?

Es complicado de responder. Sé que lo normal es ponerse música, ver imágenes en Pinterest y cosas así, pero yo soy un poco más… básico, por decirlo de alguna forma. Me basta con tener en mente lo que quiero crear y el resumen/escaleta a seguir, con eso ya estoy listo para ponerme a escribir.

¿Qué es lo que más disfrutas del proceso de escribir una novela?

Sé que va a sonar raro y que no va a tener sentido para la mayoría, pero lo que más me gusta del proceso de escribir es darle forma, en otras palabras: planificarla. Me encanta empezar con las fichas de personajes, elegir con cuidado cada escenario, comenzar a hilar la historia escena a escena y, en última instancia y con todo listo, mirar el cuaderno en el que se ha convertido la escaleta y desarrollar la historia. Sí, sé que suena a proceso esquemático, rígido, aburrido y coñazo (que lo es, no voy a negarlo), pero en el fondo el resultado es muy satisfactorio.

¿Qué cosas le sorprenden más del proceso creativo?

Está es fácil: el cómo de una simple idea, sin importar que sea una escena, una frase o un concepto, pueda nacer desde una historia a una saga de novelas. Me parece una evolución maravillosa y puramente mágica, es genial experimentarla por uno mismo o ver cómo le ocurre a los demás. Esa sensación de expansión creativa no tiene precio.

¿Qué es lo que más te gusta de ser mapa/brújula? ¿Y lo que menos?

Lo que más aprecio de ser mapa es, irónicamente, lo que más me frustra a la larga: la posibilidad de desarrollar el puzzle narrativo paso a paso, página a página, así como la seguridad de que no habrá problemas durante el proceso ni me asaltaran las dudas mientras escribo. Por desgracia, llevar a cabo este camino seguro es arduo, tedioso y, sobre todo, frustrante.

¿Qué es lo que más te gusta de reseñar y por qué empezaste?

Siempre he admirado la labor de los reseñadores y la facilidad con la que podían hablar de una historia sin tapujos, demostrar que la han disfrutado y decir el porqué, ver como los demás le agradecían su labor y se sentían bien con lo que hacían. Me costó mucho tiempo decidirme a dar el paso, pero tenía claro el motivo: también quería experimentar esas sensaciones y ayudar a los lectores, poder compartir con los demás esa visión propia sobre cada historia y decir con franqueza lo que me parecen.

¿Qué te parecen los clichés en algunas novelas? ¿Los usarías?

A ver, lo que voy a decir se puede coger con pinzas: en sí, los clichés no son cosas malas ni buenas, son simplemente un recurso más (que, valga la redundancia, están hasta en la sopa) y hay que saber cómo usarlo. Ahora bien, ¿hay que hacer una trama alrededor de los clichés? Mi opinión al respecto es un claro y gigante “no”, pero no por nada en concreto, sino por la razón de los clichés en sí: ¿qué gracia tiene escribir una historia fundada en un hecho o circunstancia que todo el mundo ve venir de lejos?

No tengo ningún problema con hacer uso de los clichés, pero ni por todo el oro del mundo estropearía una historia por ellos. Ni de broma.

¿Por qué te decidiste por el formato blog?

Administre un blog en el pasado en este formato y me sentía cómodo con él, por lo que no dude en seguir el formato Blogger para dar vida a este proyecto. Puede que fuera por pereza o por comodidad, pero al final me está compensando el haber ahorrado la adaptación a otros medios como Wordpress.

    Aquí se acaba el especial, os estoy muy agradecido a todos por vuestra participación y no hay palabras suficientes para agradecéroslo. Nos vemos en futuras entradas, hasta pronto