Reseñas - Relatos de Lucía Gárdez y Maya Ross

    Bienvenidos a la primera de estas reseñas. Es un placer para mí presentaros a las protagonistas y sí, son dos las que inician en esta sección, dos autoras trabajando en perfecta armonía para crear historias únicas. Son escritoras y un equipo fantástico, son Lucía Gárdez y Maya Ross, y de su mano traigo las siguientes maravillas: La cicatriz del tiempo, una historia tan llena de desesperación como real es la pérdida; Thantophobia, el anhelo más puro encerrado en la fantasía más sincera; La voz de Artemisa, el relato de una familia unida en las manos de una diosa; y Verde y Azul, la realidad de la realidad y el amor entre amores escrito.

    Cómo diría un feriante, ¡pasen y lean!

La cicatriz del tiempo

· Título: La cicatriz del tiempo

· Autoras: Lucía Gárdez y Maya Ross

· Editorial: Bronca

· Género: Fantasía Postapocalíptica

· Páginas: 44

Sinopsis:

No lo sabe aún, pero el mundo se ha ido a la mierda.

Primero fue una guerra inesperada. Después, una pandemia.

La vida tal y como Nathan una vez la conoció, se ha reducido a innumerables retazos de vagos recuerdos. Las ciudades y sus calles ahora son de los muertos. Nathan, su hermana mayor Angelina y la pequeña Violet deberán aprender a sobrevivir sin reglas ni leyes. También a mantenerse unidos a pesar de todas las diferencias que les separan.

Mordedores. Saqueadores. Páramos áridos donde antes primaba el verde. Junglas donde antes hubo luces de neón.

Es el final de una era. Es el principio del fin.

Opinión personal:

Si tenemos que hablar de los actores, hay una verdad absoluta que brilla al respecto: son el más puro reflejo de la realidad narrativa en la que existen. La historia no promete alegría ni el mundo esperanza, todo lo contrario, no existe luz entre la oscuridad que se asienta en cada una de sus almas y, sin importar la mayor o menor presencia de estos en el relato, todos comparten esa dureza y desaliento frente a la vida. Son como sombras que intenta alargar su existencia y, al mismo tiempo, se aferran a la vida con uñas y dientes.

Reconozco que, al tener unos límites claros, la elección de mis personajes favoritos se vuelve más sencilla y este es el resultado: Nathan y Jim Rosier como exponentes masculinos, Angelina y Violet como representación femenina. Comenzando con los varones, Nathan usa el humor como escudo frente al sufrimiento y el dolor de su vida diaria, como una barrera que esconde a su verdadero yo y, al mismo tiempo, evita que caiga por mucho que desee hacerlo en el fondo; sin embargo, esta defensa no es ni mucho menos una muestra de debilidad, todo lo contrario, es fortaleza pura lo que se ha asentado en su alma y se niega a caer, siendo el pilar que sustenta la escasa esperanza que persiste en la narración. Respecto a Jim Rosier, su forma de hablar y su comportamiento dejan bien clara su visión de la vida: vivir o morir, triunfar o perder, opresión o muerte; su crueldad disfrazada de altruismo, la buena fe mancillada por un mundo podrido y en ruinas, así como su instinto de supervivencia corrompido por la maldad lo convierten en el exponente perfecto de este universo narrativo.

En cuanto a los personajes femeninos, no puedo más que identificarme con Angelina y verme reflejado en ese afán de protección infinito, ese deseo inagotable de salvar a su familia por encima de todo, algo en lo que no puedo evitar sentir admiración como hermano mayor que soy. Sinceramente, a pesar de que por su concepción Violet no puede participar activamente en el relato, deja bien clara su marca en tres valores: la inocencia indefensa, el destino trágico y la pureza personificada. Es más, me atrevo a decir que ninguno de los dos personajes tendría sentido sin el otro, ¿qué sería de una madre sin su retoño? ¿Cómo de cruel sería una bebé huérfana de amor maternal? Son preguntas que me alegro de no tener que responder en este relato.

Imaginarse el mundo siempre es un punto a favor en la lectura y eso lo consiguen las autoras con creces, especialmente hay que tener en cuenta lo importante de este hecho en una realidad que, lejos de mantenerse estática, evoluciona con el paso del tiempo en una extensión tan definida como adecuada. A lo largo de 4 escenas (que perfectamente podrían considerarse pasajes temporales), la historia nos guiará a través de saltos más que simbólicos y marcados que condicionarán la historia. Si esto no fuera suficiente, estoy más que encantado con la forma en que las emociones sirven como catalizadoras de la acción, creando una introspección profunda como pocas lecturas consiguen con esta estrategia.

La compañera indiscutible a lo largo de la narración es la 3ª persona, una enfocada en una visión completa de los hechos y que, en cierto modo, recuerda a una pantalla cinematográfica, como si viéramos la acción en primer plano y, al mismo tiempo, no pudiéramos participar de forma directa en la misma. Sin embargo, algo curioso es el hecho de que el lector sienta que está ahí, que los hechos ocurren en su presencia y se sienta totalmente vinculado a lo que ocurre, pero ¿cómo puede ser eso posible cuando no se es blanco de las palabras de los personajes? La respuesta es curiosa a la par que única: solo un plan exhaustivo y la intención de lograrlo podrían conseguir una maravilla semejante.

No puedo más que alabar los diálogos, no por hermosos ni enternecedores, sino por todo lo contrario: son directos y sin filigranas, crueles y crudos como la vida misma, reales en el dolor y el sufrimiento; mas no por ello dejan de ser sinceros, y eso es algo que valoro especialmente, sentir que puedo creer cada palabra dicha por los personajes, que podría ocurrirle a cualquier persona en el metaverso de la historia. Esa sensación no tiene precio.

La trama en sí se desarrolla de una forma original y enfocada en el transcurso del tiempo, pero no es el único medio utilizado. Algo muy positivo del relato es lo fácil que se identifican esos parámetros que establecen tanto su división como su desarrollo: por un lado, la historia recae de forma exclusiva sobre los hombros de Nathan y será el motor narrativo que haga moverse la acción; por otro lado, serán los traumas sufridos a lo largo de su vida los que, de una forma u otra, separan su evolución por etapas y pasajes de su vida. Dicho en otros términos: la historia no tendría razón de ser sin el sufrimiento del protagonista.

A modo de final, ¿qué mejor que hablar sobre su cierre? La trama queda completamente abierta y con una promesa sin confirmar sobre su continuación, pero algo si que deja bien claro: puede que Nathan tenga un futuro y la vida siga para él, mas no le espera alegría en el camino.

«No lo sabe aún, pero el mundo se ha ido a la mierda»

Emociones vividas:

Las emociones que me ha trasmitido este relato han sido tan profundas como marcadas en cada palabra, por tanto, puedo decir sin temor a equivocarme que este relato promete: Desesperación en altas dosis, todo motivado por los acontecimientos que sufrirán los personajes y que se trasladara al lector página a página; Dolor tan profundo como real, una sombra de la que será incapaz escapar a lo largo de la lectura; Pérdida en múltiples facetas, ya sea intuida o figurada, manifiesta o explicita, en el presente o en el pasado. Sin embargo, cabe señalar que estas emociones no hacen que sea una lectura difícil, al contrario, es precisamente por la dureza de esta que se disfruta tanto.

Opinión como escritor:

Tengo el placer de conocer a Maya Ross y haber compartido alguna que otra conversación con Lucía Gárdez, tenía muy claro que eran profesionales y sentían hasta la última palabra de sus obras, pero ahora puedo hablar con fundamento de causa: son artistas de los pies a la cabeza y no puedo más que quitarme el sombrero ante una creación tan cuida. Mi más sincero respeto, se lo han ganado.

Respecto al lenguaje empleado, sin duda está adaptado a este universo concreto y no desencaja en absoluto. Las palabras que conforman el texto son duras, tajantes, desinhibidas por completo y, al mismo tiempo, se adaptan a cada personaje como un guante a la mano.

- Lo mejor: Una realidad que aboca a la desesperación, personajes que hacen lo que sea para sobrevivir, una mezcla perfecta de elementos que nunca hubiera mezclado por cuenta propia.

- Lo peor: (Nada que objetar)

- Nota final: 4/5

Thantophobia

· Título: Thantophobia

· Autoras: Lucía Gárdez y Maya Ross

· Plataforma: Lektu

· Género: Fantasía, Aventura.

· Páginas: 30

Sinopsis:

La muerte de su hermana mayor empuja a Tessa a las profundidades del Amazonas junto a su mejor amiga, Olivia, y un equipo de exploración para dar con los Escuros, una tribu no contactada que, según el explorador británico Archibald Noir, contaba con el don de la resurrección. Pronto descubren que las fuerzas ancestrales que habitan el Amazonas toman muchas formas y que, cuando miras demasiado tiempo a un abismo, éste también mira dentro de ti.

¿Hasta dónde estará Tessa dispuesta a llegar para recuperar lo que ha perdido?

Opinión personal:

Si algo tiene este relato son personajes profundamente humanos, tan reales que no te cuesta imaginarlos como personas de carne y hueso, factor que hace que no solo sea más fácil adentrarse en la lectura, sino que también influye bastante en la capacidad de introspección. Eso es algo que siempre agradezco de corazón, poder identificarme con los personajes y pensar “podría verlo en la calle cualquier día”, por lo que más que encantado con el conjunto general de los actores.

Ahora bien, si tengo que hablar de mis favoritos no solo me voy a ceñir a masculinos (Yacu) y femeninos (Olivia y Tessa), sino que también tienen un par que no son humanos (Jahel y Broiht). Comenzando con el único señor, Yacu me ha trasmitido paz y seguridad, un alma tranquila que no quiere hacer daño a nadie y tiene muy afianzadas sus creencias, pero no deja que los nervios le controlen ni permite que las cosas se salgan de control, sin duda es la paz encarnada en este relato. Por si fuera poco, me identifico a las mil maravillas por su respeto a la naturaleza y su relación con su perro, Jahel, que hablando de él es posible que alguien se pregunte “¿por qué el perro tiene mención especial?”, muy sencillo: sí, es solo un perro y no tiene voz narrativa, pero su papel en la narración y la paz armoniosa con su dueño me han llegado al corazón. Siempre he sido fan de los animales en las historias y no puedo más que aplaudir esta adorable relación.

Respecto a las señoritas, me ha encantado el equilibrio tan perfecto que existe entre ellas y lo bien definida que está cada una: por un lado está Tessa, fuerte y de convicciones claras, torturada por un pasado que no deja ir y dispuesta a hacer todo lo que esté en su mano (incluida alguna locura) en pos de lo que considera correcto, así como por un amor que tiene miedo de lograr tanto como de perder; por otro lado, y sujetando la balanza emocional de su compañera, encontramos a Olivia, la serena, dulce y siempre correcta Olivia, tan capaz de evitar cualquier guerra como de poner a cualquiera en su sitio, un corazón tan cálido que derretiría cualquier polo con su presencia y, sobre todo, una amiga leal que no dejará a su compañera en la estacada cuando más la necesita. Esta bonita relación persiste frente a viento, marea, magia y selva, cosas con las que mucho tiene que ver Broiht, un curioso personaje que, lejos de manifestarse directamente, está presente en todo el relato desde su primera intuición hasta la última (¿queréis saber más de él? Adentraos en la lectura).

Mencionado anteriormente, pero no por ello no hay que destacarla como se debe, la introspección en la historia es fundamentalmente emocional, un viaje en el que las pasiones, el pasado y el presente se mezclaran de forma armoniosa para lograr una interiorización perfecta en una lectura exquisita. Si alguien tiene dudas sobre si un relato es capaz de llegarte al alma solo con puros y directos sentimientos, esta historia es la prueba definitiva para derribar esa teoría.

Ahora bien, siempre se ha dicho que la 3ª persona no puede llegar tanto como la primera, que no tiene esa fuerza de convicción y esa cercanía que nos adentra en la piel de la protagonista; nada más lejos de la realidad. El estilo marcado y directo de esta historia no solo logra que veamos los acontecimientos con nuestros propios ojos, sino que incluso podemos sentirnos tanto en la piel de Tessa como en cualquier punto cercano a ella. ¿Otro milagro fruto del estilo de las autoras? Sí y no, me explico: las emociones juegan un papel importante en este logro, pero no lo son todo, más bien podría decirse que, a mayor fuerza emocional, mayor es la fusión del pensamiento del lector con el foco de esas emociones, es decir, la protagonista en este caso.

Por si no había quedado claro al principio de la reseña, los personajes se sienten tan humanos que hasta sus voces aparecen en la mente, motivo que está más que justificado al leer los diálogos que, si bien es cierto no destacan por su contenido, sí que lo hacen por lo fácil que resulta reproducirlos y la carga sentimental que tienen (insisto, sé que me repito con las emociones, pero no es para menos. Lo entenderéis cuando leáis esta obra). Una vez más, las autoras han logrado una caracterización sublime y digna de admiración.

Respecto a la trama, nuevamente nos enfrentamos a un argumento que evoluciona por distintas etapas, concretamente 4 pasajes que no pueden ser introducidos mejor. Todo empieza con un artículo de periódico, ¿acaso no es una genialidad? Si esto no fuera suficiente, la edición no está solo cuidada, sino que tiene una serie de detalles que no pasan desapercibidos para el lector. Además, otro detalle entra en juego en lo que a argumento se refiere: no solo evoluciona la historia en sí y el planteamiento de la misma, también se da un viaje paralelo en que las emociones de la protagonista son cada vez más claras, pasando de un inicio a un final completamente distinto y que, sin duda alguna, dará mucho que pensar al lector.

A modo de final, el cierre ha de ser el protagonista y… sinceramente, exquisita elección. Un final abierto, pero lleno de esperanza, libre de las nieblas de la duda y, al mismo tiempo, una puerta cubierta de luz y promesas para las mentes inquietas.

«Echaba de menos esos momentos en los que podía desconectar de su dolor por completo; dejar de sentir ese aguijón clavado en el pecho. Le gustaría animar a Olivia a probarse uno de esos exóticos vestidos solo para descubrir otro matiz de su belleza sin sentir consigo la culpabilidad de intentar pasar página. Era como si el simple hecho de sonreír, reír, disfrutar… fuese un insulto a la memoria de su hermana»

Emociones vividas:

El relato deja bien claro que las emociones son las reinas de la trama, algo que no se pone en duda desde que hacen su aparición, pero solo algunas dejan una huella difícil de ignorar. En esta ocasión, las emociones que me ha trasmitido el relato han sido: Amor, dulce y maravilloso, un néctar al alcance de todos, tanto amates del romance como no afines al género; Anhelo, tan oscuro como desesperado, el toque de sombras que te envuelve y te atrapa hasta saber la verdad; Inquietud, una picazón molesta disfrazada de curiosidad y que, al final, te libera como si te hubiese arrebatado el aliento poco a poco.

Opinión como escritor:

No solo estoy satisfecho con el estilo de Lucía Gárdez y Maya Ross, estoy más que enganchado y no paran de sorprenderme. Los aplausos están más que merecidos, tanto por sus referencias a relatos anteriores camufladas en el texto como por la maestría en las diversas estrategias narrativas y trucos que conforman el texto.

Respecto al lenguaje, se aprecia un cambio más que favorable comparado con La cicatriz del tiempo. La expresión es perfecta para todos los públicos, el lenguaje es esclarecedor y accesible, y todo el conjunto está lleno de riqueza emocional; en otras palabras: está preparado para cualquier lector, y eso es una delicia.

- Lo mejor: Sentimientos profundamente reales, interesante variedad de personajes, maravillosa evolución argumental

- Lo peor: (No afecta a la lectura, pero necesita una corrección mínima)

- Nota final: 5/5

La voz de Artemisa

· Título: La voz de Artemisa

· Autoras: Lucía Gárdez y Maya Ross

· Plataforma: Lektu

· Género: Fantasía

· Páginas: 30

Sinopsis:

Desde que tiene uso de razón, Vyx sabe tres cosas:

1. Su hermana, Roxanne, es lo más importante de su vida.

 2. Su vida pertenece a la Orden de Arktoi.

 3. Artemisa es la dueña de su destino.

Muy pronto descubrirá que esas tres constantes son fundamentales durante la Ascensión, una serie de pruebas que las guerreras de la Orden deben completar para demostrar a su diosa que son dignas de ocupar un lugar en la guerra que está a punto de desatarse.

Opinión personal:

¿Qué puedo decir de los personajes? Cada relato me sorprende con una caracterización diferente y este no podía ser menos, ya entramos en temática de estatus y órdenes, pero lo principal es lo siguiente: da igual cuántos relatos me lea, estoy maravillado por lo bien caracterizados que están y que se logre esa complejidad en tan pocas páginas. Mi más sincera enhorabuena a las autoras, eso no es nada fácil de lograr.

Ahora sí, los personajes favoritos a destacar en esta ocasión se dividen en guerreras (Vyx y Roxanne) y dioses (Hermes y Artemisa). Comenzando con ellas, Vyx me ha llegado de una forma profunda y no puedo más que aplaudir su valor y entereza, su lucha y su arrojo, la fortaleza interna que tiene y, por supuesto, la firmeza en sus decisiones (sinceramente, quiero más de este personaje). Respecto a su hermana Roxanne, solo puedo decir que tiene mi más profundo respeto por tres cosas: primera, es una hermana mayor increíble; segunda, se mantiene fiel en sus principios; tercera, es el pilar que apoya a su hermana y esto no tiene precio. Ambas son la fuerza de la otra y ese grado de conexión, esa armonía y alianza familiar es lo que me encanta de ellas, solo puedo sentir felicidad y alabanzas por una familia tan unida.

En cuanto a los personajes divinos, antes de hablar de cada uno de ellos tengo que aplaudir como rompen una lanza a favor de la destrucción de un tópico: todos los dioses no son iguales y los mortales no les damos igual, algo que ha quedado más que demostrado en este relato. Hermes tiene tanto mi simpatía como… digamos que no aprueba del todo sus actos, pero que alabo lo bien desarrollado que está y como, a pesar de ser un dios, parece tan profundamente humano en sus pasiones. Todo lo contrario me ocurre con Artemisa, diosa que me ha encantado siempre y ahora mucho más después de este relato, reflejada como una cazadora fiera y, al mismo tiempo, una madre comprensiva que considera valiosa toda la vida, así lo demuestra con sus palabras y sus acciones.

Sinceramente, tengo sentimientos encontrados con este relato: por un lado, sentí la cercanía del relato y como poco a poco me iba absorbiendo hasta que, sin darme cuenta, lo veía todo como si estuviera allí pero, al mismo tiempo, tenía esa sensación de estar más lejos de lo que sentía realmente (¿qué quiero decir con esto? No lo sé ni yo, así de claro lo digo, pero tengo clara una cosa: es una sensación maravillosa); por otro lado, la historia es como un tapiz tejido con emociones profundas y directas, una confesión a voces de lo que espera al lector, un viaje sin retorno ni vuelta atrás. En otras palabras: una vez empieces a leer, ya no querrás parar hasta el final.

Continuando con las peculiaridades, he aquí otra sorpresa: la historia parece contada en 3ª persona y tal es la sensación que da pero, si se presta atención al prólogo y a esa conversación nexo del principio, se revela la auténtica verdad… la narración es en 1ª persona. ¿Cómo es esto posible? Se trata de una estrategia tan bien planteada, un hilo tan fino oculto detrás de la apariencia que, simple y llanamente, es difícil percatarse de ello; pero eso no es más que la prueba definitiva de que funciona y es atrayente, más que encantado con ese planteamiento narrativo.

Respecto a los diálogos, brillan por su similitud con la persona: son directos y al grano, conversaciones puras que no requieren de acotaciones ni explicación alguna, que van como la flecha certera de un arquero a los ojos y la mente del lector. Sinceramente, estoy muy sorprendido por mi favoritismo por las explicaciones, pero en este caso ni las he echado en falta; es más, considero que romperían la armonía instaurada en el relato. Nuevamente, reverencia profunda a las autoras.

Tal y como se ha visto en relatos anteriores, la trama no solo evoluciona a un ritmo favorable sino que, además, aumentan los pasajes en los que se divide la acción siendo 6 los que componen la historia y, por supuesto, a mayor número de escenas, mayor evolución del argumento. Por si esto no fuera suficiente, hay truco detrás de su estructura, ¿queréis saber cuál? Digamos que cierto personaje interviene directamente en todo el relato y tiene mucho que ver en la división de este, pero algo si os contaré: esta historia, su trama, empieza sin acabar y termina sin empezar.

Si tengo que decir una sola cosa como el cierre (y creedme, me cuesta), esta es mi elección: existen promesas y promesas, pero la claridad de esta es como un rayo de luna, imposible no verla.

«Pensó en el concepto de un universo de bolsillo, de esos que se encierran en bolas de cristal en las que siempre nieva, donde la Navidad nunca acaba. No era la primera vez que llegaba a esa conclusión; tenía la sensación de que todo lo que había hecho desde que llegaron al restaurante estaba escrito en páginas que ya había leído»

Emociones vividas:

Desde luego leer estas autoras es enfrentarse a emociones intensas y un auténtico reto para los corazones sensibles, pero es una aventura que me encantará repetir. Estas son las emociones que me ha transmito esta obra: Amor puro del que no se puede fingir, una relación tan auténtica que ni el destino podría romper; Negación, cruel como la muerte y cruda como la mentira, imposible de esquivar; Desinterés burdo y desnudo, presente solo en un pasaje, pero capaz de golpear como un tren a máxima velocidad.

Opinión como escritor:

Lo voy a decir claramente: Lucía y Maya ya me tenían ganado, pero ahora si me han dado en mi punto débil, me han tocado la mitología y estoy más que encantado con ellas. Cada relato es mejor que el anterior y todos evolucionan a su paso, las múltiples referencias a la mitología y a sus otros relatos me tienen, ¡me tienen!

Respecto al lenguaje, no quiero decir que este lenguaje busque acercarse a un público joven ni es esa mi intención, pero sí que es muy concreto y, al mismo tiempo, bivalente: es cercano rallando lo juvenil, profundo sin entrar en lo filosófico, accesible mas hecho para pensar.

- Lo mejor: Personajes muy concretos, trama ingeniosa y compleja, caracterización diferenciada por planos de realidad.

- Lo peor: (No afecta a la historia, pero necesita corrección)

- Nota final: 5/5

Verde y Azul

· Título: Verde y Azul

· Autoras: Lucía Gárdez y Maya Ross

· Plataforma: Lektu

· Género: Romántica

· Páginas: 26

Sinopsis:

Los recuerdos son un diario que todos cargamos con nosotros. A veces, la tinta se borra con el paso del tiempo e intentamos rellenar los huecos con palabras que imitan el sentimiento perdido. Nunca he tenido buena memoria ni he sido capaz de almacenar datos históricos o ecuaciones de segundo grado. Sin embargo, recuerdo perfectamente cómo y cuándo la conocí. El número de la habitación, a que olían los pasillos, y la sensación de vértigo que me dejaron sus ojos verdes. El valor de una visita inesperada, y el miedo de volver a empezar lejos de casa. Puede que no sea una historia de película, pero es la mía. Y la suya. La nuestra.

Todo empezó donde muchas otras historias acaban: en un hospital.

Opinión personal:

He leído varios relatos de las autoras, pero nunca he caído de bruces ante unos personajes tan humanos y auténticos (entiéndase relacionados con la realidad y no su capacidad de identificarme con ellos, todos son maravillosos actores) como los que conforman este relato que, sorprendentemente, es el que menos personajes tiene y, irónicamente, el que ha disipado la realidad de mi mente para atraparme de lleno.

En esta ocasión solo puedo destacar personajes femeninos, concretamente Odette, Nahia y Alba, por una razón muy simple: esta historia es de ellas, sin más. Comenzando con Odette, me ha hecho sentir tanto amor como vulnerabilidad, alegría y tristeza, mariposas y telarañas; ella me ha sabido llevar de extremo a extremo en la misma página y al final recomponerme, por lo que solo puedo decir que es una absoluta, brillante, increíble y fantástica personaje. Respecto a su otra mitad, su musa, Nahia, podría decirse todo lo contrario, que me ha trasmitido la aspereza de un cuchillo y las tinieblas de un callejón oscuro para, instantes después, llenar de luz una habitación y escuchar cantos de sirena y libertad; en otras palabras: nos encontramos ante un personaje que se deja conocer, pero debe dar esa oportunidad, un alma que no permite ser descubierta por cualquiera, un corazón que se ha rodeado de pinchos para salvaguardarse de la crueldad del mundo. Otra historia muy distinta, a la par que menos intensa, es la que conforma a Alba, con un papel más que definido como la amiga fiel y que, sin lugar a dudas, cumple su función y lleva alegría a cada escena en la que aparece.

Lo voy a decir sin rodeos: ¿sabéis esa sensación de conocer a alguien a primera vista? ¿Esa añoranza que no podéis explicar y desconocéis de donde ha salido? Bien, esa ha sido la emoción que se ha instalado en mi alma y se ha negado a dejarme hasta terminar la lectura. Con esto solo quiero animaros, a la par que advertiros, de que esta historia os llegará al corazón de golpe y sin avisar, que tocará vuestra fibra más profunda y la removerá como si fuera un sonajero, pero que, al final, es posible que se os escape una lágrima de emoción.

Aquí no hay duda alguna y está más que claro, nos enfrentamos a una 1ª persona perfecta, aquella que nos cuenta las cosas como son y nos lanza a la realidad sin miramientos. No será otra persona más que Odette la que rija el destino del lector mediante la lectura y creedme, no podréis estar en mejores manos en esta historia.

En cuanto a los diálogos, no puedo más que admirar, aplaudir y reverenciarlos porque sí, están plagados de sentimientos, y sí, me han enternecido a más no poder y son adorables, pero la verdad de un buen diálogo (al menos para mí) es esta: no trata de grandilocuencia ni impacto, no tiene que ser un soliloquio o contar las cosa con cuentagotas; no, un diálogo, uno de verdad, tiene que llegar al corazón del lector y calarle hondo, sentir que la verdad es la que lee y no otra cosa. Ese es el secreto tras los diálogos y, sin duda alguna, ellas saben bien de lo que hablan y escriben.

Siendo objetivo y crítico, podría decirse que, en lo que a trama se refiere, este sería el peor relato por lo simple e insulsa que puede parecer comparada con los otros, mas no os dejéis llevar por esa ilusión porque no es así, por supuesto que no. Sí, es una trama que va en una dirección clara y sabes lo que te espera, y sí, puede parecer sencilla y no deparar grandes sorpresas, pero justo ahí está su encanto, en su sencillez. ¿Acaso un cuadro de una flor no puede ser hermoso? ¿No son los placeres más sencillos los mejores de la vida? Tanto así ocurre con este relato, no necesita más para ser hermoso.

Llega el final y el comentario sobre el cierre, breve y conciso voy a ser: me he emocionado, casi he llorado y no quiero más. El final es perfecto, perfecto os digo.

«Todo esto de querer a alguien es muy complicado. Creemos que es un derecho, pero lo hacemos de la misma manera que se hacen las obligaciones: con desgana. Como si cuidar de las cosas y personas que nos importan fuera parte de otra rutina más condenada a sucumbir a la monotonía»

Emociones vividas:

Tengo muy claras las emociones que he sentido, mejor dicho, se han apoderado de mi durante toda la lectura y tal cual os las voy a transmitir. Esas emociones han sido: Amor, puro cual droga y eterno como el tiempo, real pero nada sencillo, igual que la vida misma; Miedo, acuciante y siniestro, temible y poderoso, presente en cada fracaso y nueva decisión a tomar; Ansiedad, la compañera inseparable de la anterior, invisible como una sombra y que se adentra en lo más profundo del corazón.

Opinión como escritor:

Casi me da pena que esto sea lo último por leer de ellas hasta ahora, pero Lucía Gárdez y Maya Ross han dejado huella y el recuerdo de estas historias estará siempre. No voy a andarme con rodeos y lo diré claro: esta historia es una maravilla y merece ser leída, ni más ni menos.

Respecto al lenguaje, lo voy a decir tal cual lo siento: la temática y la historia es perfecta para un público juvenil, el lenguaje se adecua a ese hecho, no solo por lo accesible que es, sino por la facilidad con la que entrará a sus corazones. El lenguaje es, por tanto, adorablemente juvenil y adolescentemente maravilloso.

- Lo mejor: Historia realmente emotiva, nostalgia hecha relato, amor presente en todo momento, la realidad de la realidad.

- Lo peor: (Nada que objetar)

- Nota final: 5/5