Creación literaria - Precaución a la hora de publicar

    Hola a todos y bienvenidos una vez más a una de las secciones más queridas del blog: Creación literaria. Tuve que dejar este contenido durante un tiempo, pero ya está de vuelta y piensa quedarse. Lo que quiero contaros hoy es la importancia de tener cuidado a la hora de publicar, algo totalmente necesario para la supervivencia de cualquier obra. ¿Listos? ¡Comenzamos!

¿Es fácil publicar?

    Una pregunta sencilla e inofensiva en apariencia, pero cuidado, ya que no las cosas más fáciles son en ocasiones las más complicadas de conseguir. En principio, la respuesta sería un claro “sí”, ya que hay muchos medios para hacerlo sin ánimo de lucro (blogs, Wattpad, Lektu, etc.), pero claro, ¿se puede llamar eso “publicar”? El sueño de todo autor es ver su nombre en la portada de un libro, conseguir la ansiada meta final, poder convertirse en uno de esos autores que lo llevaron a escribir y a soñar cuando era niño. Por desgracia, la realidad no tiende a ser tan bonita y, si bien es posible, desde luego no es un camino de rosas, mucho menos será fácil el ascenso, pero no es imposible.

    Volviendo a la pregunta, si tenemos en cuenta la cantidad de gente que desea escribir, el afluente de obras que no paran de recibir las editoriales, la búsqueda de la calidad cada vez mayor de estas y otros múltiples hechos… la respuesta cambia brusca y rotundamente a un “no”. Nadie dijo que fuera fácil, ¿verdad? Todo lo que merece la pena en la vida lleva un esfuerzo equivalente y publicar es una carrera de fondo, más no se trata de llegar antes o de escribir como si no hubiera un mañana; todo lo contrario: es amor por tu arte, es dedicación continua, es esfuerzo permanente, pero ante todo es superar los límites.

    Siento si queríais oír otra cosa, pero no tengo por costumbre mentir (y mucho menos a vosotros, que le habéis dado una oportunidad a lo que hago).

¿Es peligroso ir a ciegas?

    Ahora enfoquemos la cuestión desde otro ángulo: conseguir el sueño ya sabemos que no es una subida fácil, pero incluso si lo conseguimos, ¿es buena idea confiar en que irá bien? Desde luego que no. Si algo me ha enseñado la vida es esto: no puedes esperar que las cosas ocurren como esperas sin más, tienes que asegurarte de que ese resultado sea una opción antes de hacer nada. Un pensamiento nada agradable y pesimista en exceso sí, más no está falto de razón.

    Pensadlo por un momento: ¿triunfa aquel que va a una entrevista de trabajo sin saber nada? ¿Logra el éxito el empresario que presenta un producto como quien va a tomarse un café? ¿Es posible estudiar los exámenes sin aprobar? Todas estas preguntas tienen algo en común y es el fracaso, y sí, siempre hay excepciones a la regla, pero nunca hay que dar nada por hecho (especialmente en lo que a literatura se refiere). Por decirlo de una manera suave, no prepararse a la hora de publicar puede provocar una serie de conclusiones para nada agradables, desde reducir tu obra a un mero producto del que una entidad se aprovechará para lucrarse hasta el pirateo casi inmediato poco después de su subida a ciertas plataformas, sin olvidar las múltiples empresas estafas que se hacen llamar “editoriales”.

    Esta entrada no tiene nada de especial, solo sigue la dinámica que ya inició esta sección en sus orígenes: ayudar a todas las personas que la lean.

Tipos de publicaciones:

    Con ese objetivo en mente, vamos a comenzar por lo más básico. Vamos a hablar un poco de las distintas formas de publicación:

· Publicación tradicional: La clásica, la soñada, la deseada por todos, el sueño cumplido. ¿Quién no ha soñado que una editorial acepte su manuscrito? Sin duda es la más fiable de todas, así como la más sencilla, dejar que una editorial tradicional se encargue de todo a cambio de prescindir de la mayor parte de las ganancias del libro; pero eso muchas veces es lo de menos. ¿Quieres publicar? Entonces no tengas miedo en ponerte en contacto con una editorial.

· Autopublicación: La alternativa, la desprestigiada, la solución fácil, el sustituto perfecto. Dicho así suena cruel, pero no es más que la realidad. Hay tantos prejuicios y creencias erróneas sobre esta medida para publicar que necesitaría una sección entera para abordarlas todas; pero todos ellos son solamente eso, falsos mitos, ataques si lo preferís. Ya sea por una editorial de autopublicación o por plataformas como Amazon, nada quita el hecho de que publicar es posible ni el mérito es menor en tomar esta salida. La única diferencia es que todo el proceso quedará en tus manos o, en su defecto, de aquellos profesionales que contrates (que no serán pocos, todo sea dicho). Sin embargo, sí que tienen la ventaja muy clara: recibes más que con editorial.

· Publicación por coedición: La opción inesperada, el por sí, la salto a la piscina, la última alternativa. Irónicamente, la gente tiene tantos prejuicios en la anterior como desconocimiento en esta, y es comprensible. Es sencilla de entender: tú poner una parte del presupuesto, la editorial de coedición la otra mitad, y con la suma se lleva a cabo todo. En lo personal mi opinión queda reflejada en las cuatro frases que encaben su presentación, no es necesario decir más.

Consideraciones a la hora de publicar:

    Ya sabéis un poco sobre vuestras opciones, pero aún hay mucho más que decir. El principio de la entrada no ha sido muy halagüeño, lo reconozco, solo espero que los siguientes puntos os ayuden a entender el porqué de esos primeros párrafos. Preparados o no, aquí tenéis la verdad:

· El manuscrito tiene que estar lo más limpio posible: Seamos sinceros, vuestra historia puede ser increíble y ser lo mejor del mundo para vosotros, pero si queréis llegar a publicarla hay que dedicarle tiempo postescritura. Las editoriales no se van a interesar lo mismo en ella si no está pulida, cuidada y lo mejor escrita (que no perfecta), que si lo estuviera. Recordad que la forma en que mandéis vuestro manuscrito dirá mucho más que la historia en sí: vuestras expectativas en ella, la forma en que está escrita, el cuidado con el que la habéis conformado; hasta el más mínimo detalle cuenta. Repito: no mandéis un boceto ni un borrador, no le hagáis eso a vuestras historias ni a las editoriales.

· Hay que saber cómo ponerse en contacto con las editoriales: Otro factor muy necesario es el trato, la manera en que os pongáis en contacto con ellas. Cualquier editorial cuida mucho la recepción de manuscritos, saben muy bien lo que quieren y así lo hacen saber en sus páginas web, ¿podéis tener eso en cuenta? Tenéis el trabajo prácticamente hecho y es demasiado lo que os jugáis, algo tan inocente como un mensaje puede abriros la puerta o cerrarla con candado. Está en vuestras manos ser educados y considerados con ellas y, si lo hacéis, podréis esperar el mismo respeto de su parte.

· Informarse sobre el sello al que vas a mandar tu obra: No lo he dicho una, lo he dicho mil veces, pero me gusta repetirme; no, necesito repetirlo para que quede claro. La preparación es vital en lo que a literatura se refiere, y no hablo de ser un obseso de la planificación ni nada por el estilo, es mucho más simple que eso y en este caso se reduce a una única palabra: seguridad. El mercado editorial es amplio, inmenso, y ya solo en España hay cientos y cientos de editoriales, pero aquí viene la duda: ¿son todas ellas empresas fiables?

Siento echar un jarro de agua fría, me gustaría decir que lo son… y entonces mentiría. La honradez es una cualidad que escase cada vez más y su antónima posee todo cuanto toca, “editoriales” incluidas. Por favor, informaros antes de mandar un manuscrito a esa editorial que os pone ojitos o que os llama la atención, tened mucho cuidado con la entidad en la que confiáis. Investigad sobre la experiencia de sus autores, hablad con ellos, buscad en foros, informaros todo lo que podáis; da igual lo que tardéis en estar seguros, os aseguro que no será una pérdida de tiempo. Quedáis avisados, recordad el cuento de Pedro y el lobo, pues esto es lo mismo, pero mucho peor y con consecuencias fatales solo para vosotros, únicamente para vuestras obras.

· Hablar de tu obra previamente a la publicación: Esto debería ser algo básico, un requisito no escrito, más muchas veces se pasa por alto. Si no habláis de vuestra historia, ¿cómo queréis que los demás la conozcan? Ya da igual que forma de publicación hayáis elegido o la fe que tengáis en ella, es un hecho que quién mejor conoce esa obra de la que os sentís tan orgulloso sois vosotros, nadie más. ¿Por qué no compartir esa ilusión con los demás? Muchas veces vende más el amor con el que habléis de vuestro proyecto que la historia en sí. Creedme, lo he visto, cada día.

· Publicar no es el final: Otro pequeño detalle que debería ser básico y me da hasta rabia sacarlo a relucir, pero no puedo pasarlo por alto. Publicar con una editorial es siempre un trabajo de dos, que nunca os digan lo contrario. Tomad este ejemplo: la editorial X ha invertido dinero, tiempo, esfuerzo y ha desarrollado campañas, organizado eventos, dado visibilidad en las redes sociales; todo a cambio de nada, de un simple contrato en el que habéis cedido los derechos, pero no sois vosotros los que tenéis que perder. Si esa editorial lo ha dado todo por vosotros, ¿no deberíais hacer vosotros lo mismo? Recordad que siempre hay que ser agradecidos, especialmente en cosas como esta, así que no lo dudéis ni por un segundo. El trabajo en equipo siempre da sus frutos, da igual el tiempo que tarde.

Plataformas que pueden ser de utilidad:

    Vamos ahora con la clave de la entrada, todo lo anterior han sido apuntes al respecto que deseo de todo corazón que sigáis. Es a partir de aquí donde empiezan los pasos finales para proteger del todo vuestra obra. Hay determinadas plataformas que se encargan expresamente de eso, os las presento a continuación:

· Propiedad Intelectual: La ley siempre es el aliado más fiable y sin duda registrar vuestra obra en este organismo la defenderá de todo mal. Siempre accesible, lo único que varían son las tasas que os pedirán a cambio de incluir la obra en el registro, pero os estaréis haciendo un favor enorme cuando lo hagáis.

· Safecreative: Podría decirse que es el equivalente digital al primero, considerado como algunos como una marca de agua o un sistema de rastreo incluso, pero sin lugar a duda es tan fiable como el anterior. No es nada difícil contar con su protección y es muy beneficiosa, no digo más.

· Base de datos de editoriales: ¿Recordáis cuando os hable sobre investigar editoriales antes de mandar nada? Aquí tenéis la herramienta definitiva, tan poderosa como sencilla de utilizar. ¿Tenéis dudas sobre si es una editorial real o no? ¿Os preocupa que no sea una empresa legal? No dudéis más, aquí tenéis la solución.

· CEDRO: Todo empleo necesita un órgano que vele por sus intereses, CEDRO es la respuesta a esa necesidad para autores y editores. No estás solo en esto y ellos se aseguran de hacértelo saber, solo tienes que informarte un poco. ¿Verdad que suena bien?

Consejos para tener en cuenta:

    Llegamos al final, algo inevitable a la par que necesario en cada entrada. Poco me queda que añadir que no se haya dicho ya. Dejadme aconsejaros una última vez antes de dejar el tema:

· La paciencia es tu mejor aliada: Los grandes cambios llegan tiempo, los resultados también. Ya sea la respuesta de las editoriales o que vuestras obras reciban amor, ambos procesos van a tardar en llegar y debéis ser lo más pacientes posibles. Sí, no va a ser nada fácil; sí, queréis la respuesta lo antes posible. Me gustaría decir que va a ser inmediato y que vuestros sueños os cumplirán, pero el éxito nunca ha sido fácil y, tanto el comienzo de la carrera editorial como el final, siempre van a tardar en llegar. Mucho ánimo en la espera, bien sabéis que merece cada segundo.

· Nunca está de más contar con lectores beta: Hace ya un tiempo hable de lo necesarios que eran los lectores beta, esas figuras que lo son todo para los autores y cumplen un papel vital para cada obra, pero hoy quiero insistir en su importancia. Sin importar vuestras ganas de mandarla a editoriales, lo mejor es tener unas cuantas opiniones antes, ver que repercusión o reacciones provoca en esos pocos lectores selectos. Tardarán un tiempo y tendréis que esperar, pero os llevaréis una alegría con total seguridad.

· Jamás te tires a la piscina sin informarte: Toda esta entrada ha sido para evitar esto y lo he avisado de todas las formas posibles, más no viene nunca de más un toque de atención final. Estoy seguro de que queréis lo mejor para vuestras historias, nadie sabe lo que significan para vosotros tanto como vosotros (sí, valga la redundancia). Tened mucho cuidado y dadles el mimo que merecen.

    Una vez más, muchas gracias por acompañarme hasta aquí. Hasta pronto.