Creación de Descripciones 4 - Descripciones del entorno

    Hola a todos, bienvenidos una vez más a esta sección. Antes de introducir el tema de hoy me gustaría dedicaros unas palabras, no me extenderé demasiado: al principio esta sección era un pasatiempo, una especie de catarsis, un viaje de aprendizaje para mejorarme a mí mismo; pero vosotros le habéis dado un nuevo significado. A lo largo de estos meses habéis logrado que me sienta único, que crea por fin que puedo hacer algo útil por los demás. Por eso quiero daros las gracias a todos, me habéis hecho muy feliz.

   Ahora sí, vamos con el tema de hoy. Una vez tocadas las descripciones que combinan la presentación y modelado de personajes, es hora de pasar a aquellas que englobaran todo escenario: las descripciones del entorno. ¿Listos?

¿Por qué son tan importantes?

   Como bien sabéis, me gusta abordar cada problema desde su principio y este no va a ser menos, así que vamos con una pregunta: ¿qué sentido tendría crear los mejores personajes si descuidamos los escenarios? ¿Para qué enfocarnos tanto en el plantel de la obra entonces? La respuesta es sencilla: no se puede contar una buena historia si los escenarios adecuados, es más, no hay historia si el lector no puede llegar a los lugares que aparecen.

   Miradlo de esta forma: imaginad la historia que más os guste, esa que os hace soñar por muchas veces que la leáis, la misma que os hace reír, llorar, maldecir o alegraros con cada capítulo; bien, pues quitadle todos los escenarios y quedaros solo con la trama. Van a aparecer a salir preguntas por doquier: ¿dónde ocurre la historia? ¿Cómo puedo diferenciar un escenario de otro si no se cómo son? ¿Por qué no puedo profundizar en la trama tanto como antes? Siendo claro y directo, la verdad es que sin unas descripciones del entorno adecuadas es como si todo ocurriera en un fondo blanco con líneas negras, insuficiente para que interese y pobre para imaginarlo. Recordad que no solo contáis la historia para vosotros, también lo hacéis para los lectores de la misma y, por encima de todo, para los personajes que, sin duda alguna, merecen un mundo bien descrito y apto para vivir (hay que ser buenos padres y madres, pequeños saltamontes).

Consideraciones a la hora de hacer descripciones del entorno:

    Una vez aclarado ese primer obstáculo, es hora de tomar en cuenta una serie de factores, circunstancias o, mejor dicho, lecciones para llegar a esta clase de descripciones. Estos son los apuntes para conseguirlo:

· Ten muy presente los alrededores: Para empezar, hay que tener muy en cuenta que no solo importa el fragmento del escenario en que se mueven los personajes, sino que todo lo que abarquen sus sentidos (principalmente la vista, el oído y el olfato) es importante. Todo lo que entré dentro de este puede ser útil para la narración y, aunque no lo sea, debéis hacer que sea lo más sencillo de entender, tanto para vosotros mismos como para el lector.

Vamos con un ejemplo: imaginad que hay dos caminos, dos calles de una misma ciudad que son exactamente iguales, pero fijémonos en ella. La primera tiene luz natural, casas bien alineadas y está impoluta; ahora, viendo la segunda, su reflejo exacto, empezamos a ver la diferencia: hay gente paseando, el sonido de los coches y las conversaciones, una cosa nueva en cada casa. ¿Cuál es más real para vosotros? ¿Un cuadro simple de una calle vacía o una calle llena de vida y sonido? Ahí tenéis la respuesta, cuánto más realista os parezca un escenario, tanto mejor para vuestra historia.

· Conoce el entorno a la perfección: Saber que rodea a vuestros personajes, lo que puede ocurrir en un sitio determinado, ser conscientes de la totalidad del lugar en cuestión no solo es un favor para vosotros mismos, los personajes serán más felices si sus creadores están preparados y los lectores agradecerán por descontado el detalle. ¿Por qué digo esto? No será la primera ni la última vez que, leyendo una historia X, os sorprendéis porque pase algo que no encaja en ese lugar y que no sería posible; en otros términos: un fallo de guion.

Independientemente de que la historia esté bien escrita, tanta o más importancia tiene que las descripciones sean, sino perfecta, lo suficientemente desarrolladas y exactas con la realidad que estáis describiendo. Seamos sinceros: la historia es importante, los personajes son la clave, pero ¿qué hemos dicho del mundo anteriormente? Qué es el tablero, y ninguna pieza por muy buena que sea es capaz de moverse por un terreno que ni el propio jugador conoce bien. El consejo es el siguiente: tened paciencia, no os apresuréis, es mejor tardar en escribir a que aparezcan agujeros de gusano en la trama por no cuidar los detalles. Recordad: una historia bien escrita es una buena historia.

· Imagina todos los escenarios antes de escribir: En relación con lo anterior, y por muy evidente que sea, dicen que el hábito hace al monje y en lo que a literatura se refiere eso significa que la preparación hace al maestro. Sí, sé que siempre digo lo mismo, que no hay que ponerse a escribir sin hacer las cosas adecuadamente y sin tener una base correcta (creedme, ni sería yo mismo ni tendría sentido que hiciera esta sección en este caso). A fin de cuentas, ninguna historia se escribe en un día ni es cuestión de hacer una novela en un mes, ¡no por Dios!

Lo mejor que os puedo decir al respecto es este ejemplo: ¿recordáis el enigma del hombre? Al igual que en ese acertijo, toda historia tiene que pasar por un nacimiento (la idea), un crecimiento inicial (el planteamiento), un desarrollo maduro (el nudo) y un desarrollo final (el desenlace). ¿A dónde quiero llegar con esto? Es sencillo: la historia no solo crece con personajes y trama, también las descripciones son una parte importante del proceso, así que no os descuidéis. Si podéis dedicar tiempo a los dos primeros, el tercero también merece su tiempo.

· Tener en cuenta si el personaje conoce un lugar específico: Por supuesto, en función del punto de vista del personaje o del tipo de narración utilizada, el entorno puede albergar una cantidad de secretos fruto de la experiencia, ser uno más o presentarse como nuevo (especialmente en 1ª persona, donde es la voz del personaje la que reina en cada momento). Esto no solo puede dar mucho juego a nivel narrativo si no que, además, condiciona la historia en cierta medida y influye en el personaje en un grado que puede ir del mínimo al máximo.

Pongámoslo de esta forma: hay 3 niños jugando en el bosque, pero cada uno lo ve de una forma distinta: el primero es la primera vez que está ahí, el segundo ha venido varias veces y lo conoce mejor, pero el tercero se ha criado en este desde que era un bebé. ¿Significará lo mismo el bosque para los tres personajes? Claramente no, y ahí está la gracia del asunto, porque si cada uno de ellos lo describiese en 1ª persona todos te dirían algo distinto. El consejo es el siguiente: cuando desarrolléis un personaje, no solo os limitéis a crear su historia sin más, relacionadla de una forma u otra con los escenarios de la historia. Veréis que puede ser tanto divertido como una buena manera de desarrollar la historia.

· Usar léxico puramente descriptivo: A la hora de usar un vocabulario específico, yo diría que el grado de complejidad está a la par con las descripciones personales. Solo debéis tener en cuenta una serie de conocimientos (principalmente tener muy en cuenta el aspecto visual y algo de arquitectura, materiales de construcción y elementos de la naturaleza) y, ¡sorpresa!, estaréis listos para enfrentaros a este reto.

· Jugar con las emociones que susciten en los personajes: Lo último a destacar, pero no por ello menos importante, el entorno no solo puede hacer que los personajes estén relacionados físicamente con los mismos, sino que también logran que sus emociones se aten a ellos de una forma o de otra. Un recuerdo familiar, una batalla pasada, un aprendizaje, una primera vez; hay miles de opciones para lograr que los lugares no sean uno más, sino que sean “el lugar” para uno u otro personaje.

¿Mi consejo? Escribir es un proceso tan solemne como divertido, así que no dudéis en dejaros llevar (eso sí, dentro de unos límites, nada de complicar la trama por capricho o sin necesidad).

Pautas que seguir:

    Llegados a este punto, es más que necesario comenzar a destacar unos pasos a seguir que, si bien no solucionan el problema del todo, sí que ayudan un tanto. Ya sabéis como funciona, es mejor perderse en un camino señalizado que en uno que no dice absolutamente nada. A la hora de tocar esta serie de descripciones, lo recomendable es:

· Vistazo general: Tanto si describimos un lugar desde el punto de vista de un personaje como si nos valemos de la visión omnipresente del narrador, lo más importante es mirar el lugar por encima. Esto no solo nos ayudará a saber dónde empieza un escenario y donde acaba, saber sus límites con exactitud o hasta donde se aproxima a otros, sino que es la presentación inicial, la toma de contacto. ¿Quieres describir un lugar? Entonces lo primero es una buena impresión, que puede ser desde nombrarlo simplemente (calle X, lugar Y, escuela Z) o mencionar el tipo de sitio que es (ciudad, bosque, escuela, etc.).

· Elementos específicos: Una vez sabemos en qué lugar se desarrolla la acción, hay que empezar a señalar los elementos poco a poco, lo que conforma la misma: en una calle lo lógico es hablar de casas, tiendas; en un bosque lo es hablar de la hierba, el estado del mismo, la influencia del tiempo; todo cambia en función del lugar. Por supuesto, no solo hay que mencionar los elementos comunes y nada destacable, sino que hay que prestar especial atención a aquellos que sí lo hacen, ya sea por los gustos de los personajes o porque llamen la atención a simple vista. ¿Hay una farola rota en una calle a oscuras? Dilo. ¿Una tienda significa algo especial para un personaje? Hazlo saber.

· Influencia de factores externos (personas, animales, árboles): Cuando hablamos de factores externos lo hacemos por una razón muy simple: en el momento en que algo no está unido al entorno, es decir, en que no forma parte intrínseca del mismo, es un factor externo. Pueden ser tanto personas o seres de otras razas, animales de cualquier clase o vida vegetal como árboles, plantas, etc.

¿Por qué hacer esta distinción? Porque cada uno de estos puede marcar la diferencia en un acontecimiento narrativo: un animal puede ser peligroso o crear dulzura en los personajes, una persona puede ser un nuevo personaje o provocar toda clase de situaciones, las plantas pueden provocar lo mismo que los animales, pero desde una perspectiva de inactividad. Muy curioso, ¿verdad? Visto desde otra perspectiva también podríamos llamarlos desencadenantes externos.

· Influencia en los personajes: Señalado anteriormente, el efecto que causen en los personajes no solo da un juego narrativo interesante, sino que están unidos intrínsicamente a la trama. Seamos claros: ¿dónde ocurre la historia? En los lugares que la componen. ¿Hay historia sin escenarios? Imposible, sin importar si es directa (la historia en sí) o relatada (leyenda o cuento dentro de la misma). ¿Posibilidad de que los escenarios estén unidos a los personajes? 100 %, es inútil tratar de negarlo.

    A pesar de todo lo anterior y el orden en que se han explicado, hay un detalle que las separa de cualquier otra clase de descripción: el orden es perfectamente alterable, voluble y circunstancial. ¿Cómo es esto posible? En la escritura todo es posible, es lo maravilloso de la actividad literaria; en otras palabras: podéis ser inventivos, jugad con ese orden, presentad cada lugar como se os antoje. Disfrutad del proceso, es lo mejor.

Consejos para tener en cuenta:

    Siempre me siento bien cuando llego a esta parte y, al mismo tiempo, me deja triste porque significa que es el final, pero pensar en que puedo ayudar hace que merezca la pena. Estos son los consejos finales:

· Desarrolla bien cada escenario: No hay mucho más que decir que no se haya dicho ya, podría insistir y reincidir, ponerme pesado incluso, pero el mensaje ya está más que dicho. Recordad que no escribís solo para vosotros, en el momento en que decís compartir vuestra historia (ya sea por publicación tradicional o autopublicación) es un regalo que queréis hacer a los demás, es el resultado de ese deseo de transmitir lo que vuestra imaginación ha creado. Sed responsables al respecto, vuestra obra lo merece, los lectores también.

· Modifícalos a conveniencia si la historia lo requiere: Esta afirmación puede parecer una trampa inicial, una de esas preguntas trampa que tan fácilmente aparecen, pero no es otra cosa que la verdad. Al igual que ocurre a los personajes, los escenarios también pueden experimentar cambios, de hecho, da muchísimo juego que exista esa posibilidad. Es difícil de imaginar, ¿verdad?

Vamos con un ejemplo: ¿os gustan las películas apocalípticas, esas en las que el mundo se acaba y los escenarios se destrozan? Hay un antes y un después en esas películas y se caracterizan, mayormente, por destrozar los escenarios con saña a través de desastres naturales. Ahora imaginad que alguien sobrevive a esa catástrofe que se ha cargado una ciudad, un bosque o hundido una montaña y lo narra. Ese personaje conoce el antes y el después, recuerda ese lugar como era y vive en el mismo en lo que ha llegado a ser. ¿Qué creéis que dará eso como resultado? Exacto, descripciones totalmente diferenciadas y, en última instancia, dos lugares distintos.

· No dejes que sean estáticos: Al igual que ocurre con los personajes marco, esos personajes que son tan calcados y básicos que no tienen chiste alguno, a nadie le gusta un escenario que no dice nada, que no cambia, que sigue completamente igual. De entrada, no solo es sospechoso y denota una falta de imaginación importante, sino que resulta difícil de imaginar y poco realista. ¿Un instituto en que todas las clases son iguales? ¿Un campo de batalla que no ha cambiado nada después de la sangre derramada? Os lo pido por favor: no os hagáis eso a vosotros mismos y mucho menos a vuestras historias, sé que podáis hacerlo infinitamente mejor.

· Visualiza bien las tres preguntas: Teniendo en cuenta cómo se desarrolla la historia y los escenarios que van a aparecer, hay que tener muy presentes las tres preguntas claves: ¿Cómo aparecerá un escenario? ¿Cuándo será esa aparición? ¿Por qué ese escenario y no cualquier otro? Sí, estas preguntas también afectan a los personajes, otra prueba más de que los escenarios tienen un rango máximo de importancia. Recordad: planificar a tiempo eliminará cualquier problema porque, sencillamente, nunca se producirá.

· Planifica los recorridos de los personajes en cada uno: Esto ya depende de cada uno, de si eres un perfeccionista empedernido (servidor, por ejemplo) o es suficiente con que se entienda lo que quieres describir, pero nunca está de más dejar una senda establecida; en otras palabras: ¿recordáis el consejo sobre crear un mapa para el worldbuilding? También podéis hacer una reproducción de los escenarios y usar un sistema de flechas de colores y leyendas para indicar en que capítulo y que personajes aparecerán y se moverán en estos (en verdad, si os soy sincero, ni siquiera yo creo que hiciera tanta preparación, pero nunca está de más señalarlo).

· Intenta crear un mapa de dos planos: Hablando de mapas, y esta vez uno que sí interesa hacer, es el mapa concreto del escenario (o escenarios donde ocurra la historia, aunque no es descabellado que todo ocurra en una misma ciudad), pero será necesario hacerlo en dos dimensiones: primero, un plano físico que podáis ver y manipular a vuestro antojo, segundo, un plano mental en vuestra cabeza para no tener que mirarlo siempre. ¿Por qué hacer estos dos? No lo haréis conscientemente, de hecho, será algo completamente automático, ya que con el tiempo os aprenderéis sin esfuerzo el mapa físico. Guay, ¿verdad?

    Esto es todo por esta vez. Solo puedo agradeceros una vez más haber llegado hasta aquí, sois los mejores. Nos vemos en futuras entradas, hasta pronto.