Datos:
· Autor: Mariano Estela
· Editorial: Editorial Libros.com
· Año: 2021
· Saga: El día que dejamos de creer en los ángeles#1
Sinopsis:
Año 2047
La vida de la detective Michelle Cavelier da un giro inesperado cuando decide echarle una mano a su amigo el Ángel de la Muerte, un ser impredecible, arrogante y caprichoso, empecinado en desvelar el misterio que ronda alrededor del brutal asesinato de un periodista, cometido por otro ángel. Lo que parecía un simple favor, una investigación de rutina, de pronto se convierte en un viaje alucinante a sus propios recuerdos. Desconcertado, el Ángel de la Muerte descubre la existencia de un gran vacío en la memoria de la detective; recuerdos valiosos que lo obligan a violar algunas reglas en un intento por recuperar lo que desapareció de la mente de Michelle.
Mientras tanto, en otro lugar del planeta, una adolescente ha tomado la determinación de hacer varios ajustes a su aburrida existencia. Decidida a todo, se prepara para abordar el primero de estos cambios —perder la virginidad— sin sospechar que un poder inconmensurable, oculto en su interior, está a punto de despertar… un poder que muy pronto pondrá a temblar a la nueva clase dirigente de la Tierra, los ángeles, que conviven con la humanidad desde hace más de veinte años en paz y armonía (por ahora).
Opinión personal:
El día que dejamos de creer en los ángeles es un viaje a través del pasado y el presente, un relato en el que la verdad nunca se revelará del todo, una odisea en la que nadie estará a salvo de las fuerzas del destino.
Para empezar, algo muy curioso y que me ha llamado especialmente la atención es la forma tan curiosa que tiene el autor de crear a los personajes, enfocando su desarrollo personal en la forma en que tienen que expresarse más que en la descripción de estos, dando como resultado unos actores que te cuentan su propia historia y se presentan a través de la palabra. Claro está, decir solo eso no hace justicia a este curioso método: la clave radica en que, a medida que avance la lectura, resulta fácil hacer un esbozo mental de la personalidad de cada uno a través de sus expresiones, las palabras utilizadas, el ritmo al que hablan… Realmente fascinante esta forma de crear personajes.
Ahora bien, antes de hablar de mis personajes favoritos tengo que señalar algo clave para entenderlos: no todos tienen nombre propio, algunos solo tienen como nombre lo que son. Dicho esto, pasaré a hablar de los personajes masculinos (Hombre de negro, Ángel de la Muerte, señor japonés) y femeninos (Isabel, Michelle Cavelier). Comenzando con las damas, pronto me he encariñado con Michelle Cavelier, una mujer fuerte de espíritu combativo y lengua afilada, capaz de ser increíblemente dulce o impecablemente mordaz, lo que la convierte en poseedor de un carácter voluble y la dueña de un alma verdaderamente indómita, algo que valoro bastante en un personaje. El caso contrario es Isabel, un personaje del que me hubiera gustado saber más y apenas tengo un esbozo en la cabeza; sin embargo, y a pesar del desconocimiento sobre ella, ese misterio que envuelve al personaje hace que desee saber más de ella, algo que rara vez me pasa sin tener información sobre algún personaje y que, sorprendentemente, ha conseguido ella.
En cuanto a los varones, todos tienen en común que ninguno tiene nombre propio (o al menos no consta en la obra). Comenzando con el Ángel de la Muerte (en mi cabeza lo llamaba Azrael), me he sentido muy cómodo con su forma de ser estoica y el control perfecto sobre sus emociones, así como la visión tan tranquila y sosegada que tiene de la vida, algo que puede resultar un tanto irónico por el título que ostenta y su función en la balanza de la existencia. Los dos siguientes tienen en común una aparición escasa en comparación con el resto, pero han conseguido llamar mi atención por dos motivos muy distintos: en primer lugar, el Hombre de Negro no esconde la maldad de sus acciones y tiene un alma tan oscura como el seudónimo que lo identifica, un personaje que me desagradó tanto como alabe la forma tan retorcida de su ser; en segundo lugar, el señor japonés me transmitió ternura y un anhelo profundo e insondable, un alma herida pero que, a pesar de su deseo de hallar el final, sigue adelante con su vida.
A la hora de escribir una historia sin duda hay muchas opciones y la 3ª persona suele ser una de las favoritas, pero he aquí un renfoque bastante atractivo de la misma: una 3ª persona sensitiva. ¿A qué me refiero con esto? A una narración que cuenta los acontecimientos y las descripciones, pero siempre teniendo en cuenta los sentimientos y la visión del personaje con el foco narrativo de la escena en cuestión.
Respecto al mundo, aquí tengo cierto ramalazo de nostalgia por la reseña anterior y me ha recordado un tanto a esta por su capacidad de contar las acciones pero, si no ignorando el escenario, si tomando solamente lo necesario del mismo. Sinceramente, aunque la historia esté inspirada en el mundo real y se tenga claro donde ocurre cada acontecimiento, realmente el entorno queda como secundario en importancia y esto, lejos de resultar confuso, cobra sentido cuánto más se avanza en la lectura.
Ahora bien, algo que hay que tener muy claro es que existen dos tramas bien diferenciadas, más la única presenta en la totalidad indiscutible de la historia es la primera, aquella que se enfoca en las andanzas de Michelle y el Ángel de la Muerte mientras que la segunda, que bien promete la sinopsis, pasa directamente a un plano inexistente con una presencia mínima en comparación. Unido a esto está el hecho de que, de los dos personajes femeninos señalados, ambas son las protagonistas de sus respectivas tramas y, sin embargo, sabes tanto de la primera como desconoces de Isabel.
Más allá de esto, otro detalle fundamental es la forma en que está constituida la historia, nada menos que por libros o arcos narrativos que sirven tanto para diferenciar una parte de otra como para enfocarse en pasajes concretos, dando como resultado una forma perfecta para orientarse y saber en qué punto de la historia se desarrolla cada escena.
Llegado al tema de la extensión (conste en acta que lo hago más por costumbre que por gusto personal), no he sentido en ningún momento que la historia requiera más para ser contada y, haciendo un cálculo aproximado, perfectamente se podría decir que superaría por poco las 300 páginas.
A modo de resumen final, solo cabe destacar un hecho: si deseas una lectura que te cause curiosidad, te mantenga con la intriga y, aun cuando la termines, te deje preguntas por responder entonces no busques más. Sin duda alguna, El día que dejamos de creer en los ángeles es para ti.
«Nada es lo que parece; nadie es lo que aparenta, Michelle. Todos, ángeles o humanos, guardan algún secreto —murmuró, para luego añadir con cierto matiz de preocupación—: Cuídate de lo que se esconde»
Opinión autor:
Lo digo y lo repito en cada reseña, pero no me canso de descubrir nuevos autores. En este caso, Mariano Estela sabe muy bien lo que se hace y su estilo, que recuerda con cierto cariño al empleado por obras de períodos más clásicos, no escatima en detalles y puedo decir con total certeza que sus personajes están muy marcados en el desarrollo personal de cada uno.
En cuanto al lenguaje, el autor ha sabido darle todo el juego posible y aplicar un esquema completamente distinto a cada personaje, logrando que a través de una serie de factores (expresiones, ritmo, cadencia del habla) se aprecie una evolución diferente en el habla de cada uno. Además de esto, no duda en emplear de forma abundante expresiones coloquiales y logra que el texto sea correcto en todo momento, incluso en aquellos pasajes o personajes que gusten de expresarse más soezmente.
- Lo mejor: Reformulación de creencias populares, personajes bien desarrollados, trama con una evolución constante
- Lo peor: (Nada que objetar)
- Nota final: 8/10.
Qué cantidad de emociones que siento al ver esta reseña (redactada, en mi opinión, por uno de los mejores)
ResponderEliminarFrente a un análisis tan minucioso, y tan agradable, no puedo evitar que mis mejillas ardan mientras mi corazón galopa por extensas llanuras a lomo de un caballo salvaje. Vaticino, con conocimiento de causa, que Antonio, muy pronto —eso espero—, lo veremos escribiendo sobre literatura en un diario prestigioso, ¿el NY Times? No me extrañaría que así fuera.
Ya me gustaría, Mariano, pero no creo que sea tan fácil. Ojala tuviera esa oportunidad, ganas no me faltan.
EliminarCelebro que te haya gustado la reseña, siempre es una alegría cuando pasa y la verdad es que me motiva mucho a seguir adelante ^^
Bueno no ha estado nada mal la novela, con lo que me gustan a mi los ángeles y los seres malignos. Además que da gusto conocer nuevos autores.
ResponderEliminarEso si, me quedo con la cosilla de ¿Cuántos libros son? Porque soy más bien de libros autoconclusivos y me da pereza meterme en sagas.
B7s
Hola, Ali :)
EliminarTe resuelvo la duda: la historia está dividida en dos partes, por lo que no pasa de ser una bilogía (aunque podría ser un único libro, de proporciones inmensas, eso sí).
Besos y un gran abrazo ^^
¡Hola, Ali! Con mucho gusto te respondo. El día que dejamos de creer en los ángeles es una bilogía. Se decidió partir la historia en dos porque la idea de un solo libro, un tocho cercano a las 1000 páginas, nos pareció que podría disuadir a muchos lectores. La segunda parte ya está en marcha y espero tenerla lista para finales de este año. Si buscas mi obra en Amazon podrás leer un buen adelanto, a ver si te animas. Estoy seguro que sí :)
ResponderEliminarUn abrazo
Hola.
ResponderEliminarNo conocía el libro pero no lo veo para mi aunque si que lo veo para mi madre, creo que ella lo disfrutaría mucho. Gracias por la reseña.
Nos leemos.
Hola, Carolina ^^
EliminarCelebro que le veas ese potencial, espero que le guste la lectura si se anima.
De nada, ha sido todo un placer :)
Muchas gracias por comentar, un gran abrazo ^^
¡Hola!
ResponderEliminarHa llamado mi atención solamente por la portada, es muy llamativa, la verdad. Me ha sorprendido mucho lo que mencionas de cómo desarrolla el autor a sus personajes y es lo que más llama mi atención. La trama no coincide mucho con lo que yo suelo leer, pero siempre hay excepciones, ¿no? Muchas gracias por el descubrimiento.
¡Un saludo!
¡Hola!
EliminarComprendo muy bien a que te refieres, las excepciones siempre son una puesta, pero, como dice el refrán, quien no apuesta no gana.
De nada, ha sido un placer :)
Un saludo y un gran abrazo ^^
Hola!
ResponderEliminarQué manera tan curiosa de representar a los personajes a través de la palabra, de expresarse. Tendría que leerlo para enterarme porque soy un poco cortita y no me lo llego a imaginar, aunque no es lo único que me llama la atención del libro.
Besos!
¡Hola!
EliminarMe alegro mucho de que quieras darle una oportunidad, te lo agradezco mucho :)
Besos y un gran abrazo ^^
¡Hola!
ResponderEliminarNo he leído nada del autor, pero veo que merece la pena conocer su pluma y sus historias ^^. Me alegra leer que te ha gustado :D. Que las partes estén diferenciadas es un plus y que algunas personajes no tengan nombre propio me crea mucha curiosidad, aunque sepa por dónde van los tiros. La portada es muy bonita :).
Un beso y gracias por la reseña :).
¡Hola!
EliminarLa verdad es que el libro tiene una serie de puntos que son fáciles de valorar, especialmente el hecho de que algunos personajes tengan nombres simbólicos en lugar de propios.
De nada, ha sido un placer :)
Un beso y un gran abrazo ^^
¡Hola!
ResponderEliminarYo tampoco me canso de conocer nuevos autores y sí que me gustaría darle una oportunidad a esta saga después de todo lo que nos has contado. Pero la voy a dejar para más adelante porque tengo muchísimos pendientes y no me puedo meter en otra saga ahora mismo. Un saludo.
-VIVIENDO ENTRE HISTORIAS
¡Hola!
EliminarTe entiendo, la pila de pendientes es un enemigo odioso y al mismo tiempo un aliado valioso para todo lector. Espero que más adelante puedas darle una oportunidad :)
Un saludo y un gran abrazo ^^