Entrevista a Ana Riveiro

    Hola a todos, bienvenidos a una nueva entrevista. En esta ocasión, nuestra invitada es Ana Riveiro, autora más que comprometida con la literatura y deseando compartir sus historias con el mundo. ¿Listos para conocerla mejor?

PRESENTACIÓN:

Ana Riveiro (Santiago de Compostela, 1985) es la autora de La Bestia (Ruge Editorial), así como de las novelas publicadas en Wattpad Todo queda en familia y Mataría dragones por ti. Se graduó en Comunicación Audiovisual y entró a formar parte de la Policía Nacional en 2010, donde en los últimos años presta servicio en la Unidad Central de Participación Ciudadana, dedicándose a dar charlas sobre distintas temáticas, sobre todo de seguridad en internet, para toda la comunidad educativa.

Continúa autoformándose en materia literaria para poder mejorar su estilo y narrativa, así como el medio de difusión de sus historias.

PREGUNTAS:

1. ¿Cuál dirías que es la cualidad más importante para escribir?

La constancia es la principal, pero también la capacidad para la autoformación y la curiosidad por aprender y mejorar. Siempre hay algo que aprender sobre el propio proceso de escritura en sí y sobre la vida para poder seguir contando historias y conectando con los lectores.

2. ¿Qué sientes cuando estás escribiendo?

Es una liberación. Estoy en otro lugar, en otra época, en otra piel, en otros sentimientos. Es mi manera de vivir otras vidas, más incluso que cuando leo. Quizás esto no me permita llegar a ser una escritora de renombre, ya que dicen que es necesario que el autor se separe y vea las historias desde la perspectiva de un dios, pero a mí siempre me ha gustado más embarrarme las botas y bajas a las trincheras, ir codo a codo con los personajes y vivir lo que sienten.

3. Tu obra magna, La Bestia, es el principio de una trilogía, ¿nació con esa idea o cambiaste de idea durante el proceso?

Tengo que admitir que cambié. Había algunas escenas importantes para la trama que no se solucionaban del todo, quedaban como flecos sueltos que no podía cerrar en tan poco espacio sin romper con el ritmo de la historia principal. Así que, cuando me di cuenta de que no era ni uno, ni dos, ni tres, sino más de una docena, decidí que la historia necesitaba más. Así se me ocurrió que cuando luchamos contra el mal, no lo hacemos siempre a la misma altura. Una cosa es nuestro propio mal interior (primera novela); otra el mal alrededor, entre las personas que nos rodean (segunda novela); y, por último, el mal más absoluto, sea el demonio, el infierno o un concepto más abstracto (novela final). Me pareció una buena escalada argumental para poder continuar trabajando con unos personajes de los que me siento orgullosa.

4. Dicen que la vida personal deja huella, ¿hay parte de ti misma en tus historias?

Por supuesto que lo hay. Siempre he creído que solo podemos transmitir aquellos sentimientos que ya hemos vivido. Para poder comunicar, hay que saber de qué se habla, y para saber de qué hablamos, hemos tenido que haber vivido o sentido algo similar. Por supuesto, para algo están las figuras literarias, las metáforas, las alegorías, los símiles… y, al mismo tiempo, una trama puede contarse de miles de maneras distintas, una misma historia contada por dos personas diferentes será algo incluso diametralmente opuesto. Creo firmemente que cada escritor deja una impronta enorme en sus escritos.

5. ¿Qué puedes contarnos sobre tus futuros proyectos?

Pues estoy aprendiendo a maquetar, porque mi idea es seguir escribiendo y no tener que depender de nada ni de nadie para compartir mis historias. Una cosa es querer ganarse la vida como escritor y otra muy distinta escribir porque necesitas comunicar. Yo soy funcionaria, tengo un sueldo que me mantiene bastante bien y lo único que quiero de este “talento” que me ha acompañado toda la vida, es poder compartir sentimientos con el resto del mundo. Un comentario, un “me gusta”, un lector o lectora satisfechos valen más para mí que una novela vendida. Pero tampoco me puedo permitir gastar mucho en ello, aún intento recuperarme del gasto económico que supuso publicar mi primera novela. Así que tengo en proyecto maquetar y corregir mejor las dos historias grandes que tengo en Wattpad para poder subirlas a otras plataformas en otros formatos (para abarcar todas las posibilidades de acceso a ellas). Y también tengo en mente nuevas historias, en concreto la segunda parte de La Bestia, que se llamará La Orden y que viene cargada de nuevas dificultades y una nueva lucha contra otro mal para mi pobre protagonista.

6. Si tuvieses que recomendar dos autores y dos autoras, ¿cuáles serían y por qué?

Pues tengo muy claro a un autor y a una autora porque han dejado una profunda huella en mí en este último año y no quiero dejar de mencionarlos. Él es Jorge Gonex, autor de La vida sin fin, y se ha convertido en uno de mis referentes en cuanto a novela fantástica a todos los niveles. La autora es Ananta Rati, que con sus novelas eróticas Al descubierto y Descubriendo, me ha abierto los ojos a un mundo nuevo, excitante y lleno de posibilidades.

Las otras dos plazas voy a cedérselas a un autor y una autora que me han influenciado desde prácticamente siempre: Tolkien y Sarah Waters. Cierto es que el primero se ha quedado un poco desfasado para los tiempos que corren, pero si yo no hubiese leído El Señor de los Anillos con 12 años, hoy no me estarías entrevistando, lo tengo muy claro. Y la segunda, es un referente maravilloso de la novela histórica y con contenido LGBTIQ+ a la que he admirado desde su primera a su última novela, tiene una calidad narrativa solo superada por la manera que tiene de hacerte sentir cada historia que comparte.

7. ¿Por qué escogiste la fantasía y no cualquier otro género?

Realmente no he escogido la fantasía. Podría sonar romántica y decir que la fantasía me escogió a mí, pero tampoco es eso. Soy muy ecléctica, soy incapaz de quedarme en un solo género: escribo fanfic, escribo novela realista, realismo mágico, quiero empezar a hacer pinitos en la ciencia ficción. Creo que el único género que no me aventuraría a tocar es la novela histórica, y solo por el esfuerzo que requiere documentarse sobre las épocas, los detalles, ropas, etc. En el caso de la fantasía también hay mucho que pensar y planear, pero lo inventas tú, siempre que guarde una coherencia, estará bien. Lo único malo de ser polifacética en cuanto a género es que se me acumulan las ideas y el tiempo para escribir no es todo el que quisiera.

8. Si pudieras publicar en cualquier editorial del mundo, ¿cuál sería tu elección?

Gilgamesh. Pensaba mandar mi novela a esa editorial, pero justo cuando me llené de valor y fui a buscar la dirección para el envío de manuscritos, habían dejado de recibir originales. Años más tarde, me pasó lo mismo con Minotauro. Lo tomé como una señal de que no debía intentarlo. Quizás por eso tardé tanto en decidirme. Lástima no haber conocido un poquito más del mundillo editorial antes de hacerlo.

9. Piensa en cuatro cosas que pudieras cambiar del mundo, ¿cuáles serían y por qué?

Primero, eliminaría las fronteras. Adiós guerras relativas a ellas, libre circulación de las personas, herramientas a nivel mundial… Mejorar el mundo.

En segundo lugar, socializaría la producción y distribución de alimentos. Ni un solo alimento en la basura, ni una sola persona con hambre en el mundo.

En tercer lugar, mayor cuidado a nuestro entorno, implantación de políticas más respetuosas con el medio ambiente y regeneración de la Tierra como prioridad política y económica.

Por último, me reservaría este último “deseo”, para ver cómo funcionan los otros tres y averiguar cuál es el pie que cojea. Porque seguramente algo andaría mal debido a mis cambios, el ser humano es incapaz de adaptarse a lo positivo para las mayorías, así que habría que ver cómo se asientan para desarrollar esa cuarta política.

Cualquiera diría que no lo he pensado nunca, ¿no?

10. ¿Qué es lo mejor de la libertad creativa?

La catarsis, la literatura es una catarsis para mí. A través de la lectura, pero sobre todo de la escritura, consigo librarme de sentimientos, de ideas, de pensamientos y valores que llevo dentro y que no sé asumir o que no puedo desplegar. Es una manera de vivir mil vidas. Poder elegir sobre qué quiero escribir sin que exista ningún tipo de censura, sería una utopía maravillosa. Pero es falsa. No existe la libertad creativa como tal, existe siempre que los temas que tratemos vayan acordes con lo políticamente correcto. Si tratásemos temas polémicos, la libertad creativa se vería limitada por la opinión pública. Cuando hace unos años quisieron limitar la distribución del libro Fariña de Nacho Carretero, me dio la impresión de que estábamos pegando un tremendo salto atrás.

Supongo que también dependerá de la plataforma en la que desees publicarte. Algunas permiten lo que sea, otras quizás no tanto. Pero en general, no creo que exista esa libertad creativa al 100 %.

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