Hola a todos. Bienvenidos una vez más a esta sección. Esta vez quiero hablaros de una experiencia que puede ser tan gratificante como tortuosa, un camino de rosas o un sendero de espinas. La última entrada la dediqué al resultado de la campaña que hice, pero esta vez quiero darle un enfoque distinto. Hoy voy a daros unos cuantos consejos de cara a preparar vuestras campañas. ¿Listos?
¿Qué es un crowdfunding?
A grandes rasgos, un crowdfunding funciona igual que la preventa de un producto, con la diferencia de que son los propios compradores (mecenas) quienes hacen realidad o condenan al fracaso el producto. Muchos sectores abogan por esta apuesta y pueden encontrarse prácticamente campañas de todo: lanzamiento de juegos de mesa, libros, discos musicales, caridad; nada es imposible para este campo.
Sin embargo, no todo es gratis. Las plataformas dedicadas a este tipo de servicio no cobran nada y permiten que todo el mundo pueda tener su oportunidad; sin embargo, sí que querrán una parte mínima del pastel una vez terminada, y solo si ha tenido éxito. A este pequeño porcentaje hay que sumarle la intervención de Haciendo, a la cual habrá que tributar otra cantidad sujeta a impuestos. ¿Esto supone un problema? Dependiendo de lo bien que haya ido, al final todo está en manos del resultado.
¿Es difícil lograr el éxito?
No os voy a engañar. La respuesta varia y cambia en cada caso: puede ser desde un rotundo “sí”, un gran “no”, quizás un “easy” o incluso un “poco”, pero nunca es algo que sea inmutable y estático. Hay cosas en la vida que requieren tener autocontrol y paciencia, sin duda esta es una de ellas. He seguido varias campañas y me he encontrado de todo: gente que lo consigue a los pocos días, que alcanzan la meta en la recta final, que lo logran pasado una semana, o los que no lo han logrado (grupo en el que me incluyo, pero me lo busque).
La preparación es importante:
¡Basta de malas vibras! Ya es hora de entrar en materia, de ofrecer esa ayuda de lo que os hablaba más arriba. Un crowdfunding es cosa seria y hay que estar listo en todas las etapas del camino, por lo que vamos a empezar desde el principio. Antes de pensar siquiera en ponerlo en marcha, recomiendo tener en cuenta lo siguiente:
· La precampaña es la clave: Me lo avisaron por pasiva y por activa, y yo bien necio no hice ni caso. Todas las personas que conozco con campañas exitosas lo lograron gracias a una preparación a conciencia, y eso incluye trabajar la precampaña. Pero ojo, no hablo solo de bombardear las redes con información y poner los dientes largos, ¡eso es solo el principio! Una vez tu campaña está lista, las páginas de crowdfunding te dejan lanzarla cuando tú quieras y eso es una gran ventaja. Miradlo de esta forma: puedes decir a tus seguidores que se lanzara el día X del mes Y o redireccionarlos directamente a un enlace precioso con un corazoncito y la garantía de que, nada más arranque la campaña, recibirán el aviso por correo. En serio, os recomiendo esta opción. No cometáis el mismo error que yo.
· Necesitas un público que te respalde: Esta es la regla de oro casi, un requisito casi obligatorio, la clave de la victoria. Tener contactos que te ayuden no solo hará la tarea mucho más sencilla, sino que colaboraran en todo el proceso: quien sabe, podrán ser mecenas de tu campaña, hacer que llegase a más gente, ponerte en contacto con medios que colaboren; ¡las posibilidades son importantes! Sin embargo, lo principal siempre será encontrar ese grupo de gente que quiera apoyar tu proyecto, y si la cifra redondea el centenar o lo supera, tanto mejor. Por supuesto, todo depende del objetivo que te pongas y la suma que necesites, pero lo recomendable es ir siempre sobre seguro y contar ya con esa seguridad. ¿Os acordáis de la precampaña? Influye directamente en esto.
· Cuánto más atractiva la campaña, más posibilidades de éxito: Si queremos que la gente nos apoye, hay que darles una buena razón para ello y nada mejor que una campaña atractiva para conseguirlo. Explicadlo lo mejor posible, curraos las recompensas, dejaos un par de horas en Canva y cread montajes que les llamen, que les convenzan. Pero sobre todo, y sin esto tened en cuenta que lo demás dará igual, aseguraos de que vuestro público entienda al 100 % que estáis ofreciendo. El problema de algunos proyectos es que se salen de la norma, que intentan ofrecer algo diferente, pero esa ventaja puede convertirse en el mayor problema. Dadle muchas vueltas, revisadlas por pasiva y por activa, mostrádsela a unas cuantas personas para que os den el visto bueno. Toda seguridad es poca.
· Intenta tener las máximas recompensas posibles: A ver, esta puede ser una buena idea si se hace bien o el descalabro padre si se hace mal. Me explico: dependiendo de la campaña, las recompensas que podréis ofrecer varían notablemente, pero hagáis lo que hagáis no os volváis locos. A veces es mejor centrarse en un número redondo y no pasar de ahí a ofrecer todo lo que puedas y que la gente no sepa porque decantarse. Además, no olvidéis que cada producto tiene un precio y que toca pagarlo antes o después (antes, siempre antes). Si el hecho de limitaros un poco os hace sentir mal, pararos a pensar un segundo en vuestra cartera. ¿A qué ya no parece tan malo?
· Es muy importante que tus mecenas sepan que están comprando: Unido directamente con el punto anterior, no olvidéis que los mecenas querrán saber que están haciendo, donde ponen su dinero. El error más gordo que se puede cometer (y mal me pese lo averigüé a las malas) es ofrecer algo que no se ve y confiar en que la gente quiera comprarlo. No digo que haya que desglosar todo lo que ofrecéis, pero al menos una imagen si que es necesaria. Por ejemplo, en los crowdfunding literarios es clave enseñar la portada, contar la sinopsis e, incluso, enseñar un par de capítulos para que se vayan enganchando. La confianza es una aliada poderosa, ganaos la de vuestros mecenas y tendréis la mitad del camino hecho.
· Calculad bien los costes: Algo que os pedirán antes de lanzar la campaña será la cantidad para hacer realidad el producto, y aquí tenéis un problema. A mayor cantidad de recompensas, más gente involucrada y más dinero a repartir. Mi consejo es que lo penséis todo muy bien y vayáis sobre seguro, nada de estimaciones ni ideas aproximadas. Este paso es muy importante y debe ser exacto como un cronómetro: los precios deben ser equilibrados, los presupuestos fiables y las expectativas en su sitio. Consejo adicional: limitad toda recompensa que no sea la principal. El motivo es muy simple, ¿queréis que salga adelante el objetivo o que se entretengan con lo demás? Además es una buena forma de mantener las cuentas en su sitio y fijar la cantidad que necesitareis para cada cosa.
Consejos durante la campaña:
Bien, ya sabemos lo que debería hacerse antes de tirarse a la piscina. Ahora vamos a hablar del proceso durante ese periplo voluntario en el que os habéis metido. Esto es lo que os recomiendo:
· No descuides la difusión: La comunicación es algo primordial hoy en día, y esa verdad se vuelve innegable cuando intentas vender un producto. No es suficiente con prepararlo todo, soltarlo y esperar que la gente acuda mágicamente a tu campaña; no, hay que currárselo. No digo que tengas que estar insistiendo cada hora con un tweet, pero dedicar un poco de tiempo cada día para recordar a la gente que has puesto un crowdfunding en marcha puede ser buena idea. Es más, intenta moverlo por círculos afines a los que pueda interesarle. Será un pequeño paso al principio, pero te alegrarás con el resultado final.
· Intenta hacer la mayor cantidad de contenido posible: Importante, MUY importante. En esta clase de cosas no se puede dar nada por sentado (y cuando digo nada, es nada) y cada día es importante. Ya has puesto todo el cariño del mundo en hacer la campaña, ¿por qué no darles a los demás motivos para participar? Comparte con ellos que te llevo a hacerla, cuéntales que pueden encontrarse, demuestra lo que significa para ti y, ya de paso, ve desglosando algunos detalles jugosos al respecto. Esta parte podría trabajarse perfectamente con la precampaña y tenerlo todo listo, tan fácil como programa contenido en las redes sociales y listo.
· Haz todas las entrevistas posibles: Existen unas personas maravillosas, unos seres de luz, a quienes les encanta ayudar a los demás, ¡y merecen todo el respeto del mundo! Hay un montón de canales en youtube que estarán más que encantados de echar un mano. En serio, que no os pueda la timidez, hablar con ellos os ayudará muchísimo y además pasaréis un buen rato. Ahora miro hacia atrás y pienso que no participe en los suficientes, y eso que me lo pase de lujo. No dudéis: las entrevistas son tanto oportunidades de llegar a vuestros mecenas como ratos para relajaros y hablar de lo que tanto queréis conseguir.
· Distráete como puedas: Parece fácil, ¿verdad? Debería ser sencillo mirar en una hora específica y luego, cuando llegue la noche, volver a verificar, pero no es tan sencillo. Una de las cosas buenas que tienen los crowdfundings es que te notifican todo: cada aporte, cada mensaje, cada patrocinador; sin embargo, esto también tiene un pequeño inconveniente. Es muy difícil poner algo de distancia con la campaña cuando tu correo no para de susurrarte al oído que ha pasado algo con tu campaña. No me escondo, os juro que lo intenté por todos los medios y fui incapaz de lograrlo. Sé que es contraproducente, pero si podéis ignorar la mayor parte del tiempo vuestro crowdfunding, tanto mejor para vosotros.
· Mantén la comunicación con tus mecenas: De vez en cuando (o si es a diario mejor) alguien os preguntará algo sobre vuestra campaña, ya sea por redes sociales o en la propia página, y sería descortés por vuestra parte ignoradlo. Sí, ya sé que hace nada os he dicho que hay que mantener distancia, pero esto es distinto. Miradlo de esta forma: si es en las redes sociales, otra persona podrá ver la conversación y quitarse la duda; si es en la página, todos los que entren podrán consultarla directamente. Todo son ventajas, ¿no os parece?
· Controla los nervios: Suena tan fácil… Lo que peor llevé de toda la campaña era mantener la salud mental y no subirme por las paredes día sí y día también. La vida es eso que pasa entre que quieres algo y lo consigues, y lo mejor es dejar que siga su camino y tu el tuyo. Si podéis hacer cualquier otra cosa que os relaje, distraiga, haga felices o mantenga vuestros pies en el suelo, hacedlo. Lo agradeceréis más tarde, 100 % garantizado.
¿Qué hacer una vez terminado el crowdfunding?
Vamos con el último paso. Lo habéis logrado. El esfuerzo ha dado sus frutos. El éxito ha llamado a vuestra puerta. ¡Estaréis contentos a rabiar! Pero no relajarse. Ahora viene la parte final del trayecto, y la que más tendrá que ver si hacéis próximas campañas. Tenéis la financiación, sabéis lo que quieren vuestros mecenas, así que es hora de sacar el talonario y firmar cheques para los gastos. Aquí van mis últimos consejos:
· Prepara las recompensas: Si has sido previsor y te has preparado con tiempo, seguramente esto ya lo hayas hecho, pero lo mejor siempre es esperar, por si acaso. Con que tengas lista una muestra de las que quieres vender, más que suficiente. Ahora bien, toca quitarse los gastos de encima (empezando con el porcentaje de Hacienda y contando lo que ya se habrá quedado la plataforma) y soltar todo lo que habéis ido recibiendo. Creedme, da mucha paz saber que puedes invertir en lo que te han pedido y que tu bolsillo no sufra por ello.
· Intenta hacer más llevadera la espera: Normalmente todo tiene un tiempo estimado de producción y la gente tiende a ponerse nerviosa, por lo que sería un bonito detalle aseguraros de que no se ponen demasiado tensos. Pequeños detalles como enseñar las recompensas cuando estén listas, dar información sobre los plazos o decir que ya han salido los primeros envíos, son cosas que ellos os agradecerán y os harán ganar puntos.
· Disfruta del triunfo: Ya está, todo hecho y en su sitio. Ha costado, pero lo has conseguido. ¿Qué tal unas pequeñas vacaciones? Desde luego te las has ganado y nadie podría recriminarte nada. Ya tendrás tiempo de seguir con los proyectos adelante, ahora toca tomarse un respiro. ¡Enhorabuena!
Por supuesto, no todo es ideal y hay que tener en cuenta la otra posibilidad, la que nadie quiere pensar: ¿qué pasa si no lo logras? Como alguien que ha pasado por ello, te seré sincero: es un mazazo emocional y cuesta ver algo bueno después de eso, pero nada es imposible. ¿No lo lograste a la primera? Piensa que hiciste mal y comienza a trabajar en el segundo intento. Eso sí, tomate el tiempo que necesites para sobrellevarlo. Las vacaciones se las merecen tanto los triunfadores como los derrotados, ¡que nadie te diga lo contrario!
Esto sería todo por esta ocasión. Muchas gracias por acompañarme hasta aquí, y espero que os sea útil la entrada. ¡Hasta pronto!
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