Entrevista a Laura Magó

    Hola a todos. Tenía muchas ganas de presentaros a la autora de hoy. Con un gran amor por la fantasía y todo el cariño del mundo para contar historias, os presento a Laura Magó.

PRESENTACIÓN:

Laura Magó (Barcelona, 1998) es veterinaria, profesión que compagina con la escritura. Adora el océano, los libros, el pajareo y las ciudades con historia. Lo único que tiene claro en la vida es que no merecemos el planeta que habitamos. Se desvive por el género fantástico en todas sus vertientes. Autora de La prisión de las nubes, Vortex y Cactus en el mar, relatos publicados en Lektu, y de varias novelas que espera sacar a la luz en los próximos años.

PREGUNTAS:

1. ¿Influye en algo tu formación en ciencias a la hora de escribir?

Admito que, cuando estoy frente al teclado, me olvido bastante de las «normas» que dicta la biología tal y como las conocemos, pero eso sí: no tengo problemas en inventar algunas nuevas. A la hora de crear criaturas tiro mucho de mis conocimientos sobre las características que tienen las especies que habitan un determinado entorno, por poner un ejemplo. También me es útil al establecer las reglas de magia o descripción de lesiones y heridas. Por no hablar del pajareo: mi obsesión por el mundo de las aves puede palparse en todo lo que escribo; es casi una marca personal. También noto que empleo expresiones a veces demasiado científicas para el contexto que más tarde tengo que borrar: sonaría muy raro leer un «usa tu cerebro» en una época en la que se desconocía que la materia gris era la responsable del pensamiento lógico.

2. ¿Cómo descubriste tu amor hacia el género fantástico?

No hubo un momento concreto en el que se iniciara mi pasión por este género. Creo que fue una mezcla de las series de televisión que miraba de niña (One Piece, Inuyasha), las películas (saga Harry Potter, Eragon, Estudio Ghibli, Narnia, etc.) y los libros, por supuesto (Eragon, El nombre del viento, Donde los árboles cantan, etc.). Ahora que contesto esta pregunta, diría que la película de Eragon marcó un antes y un después, sí: ahí debió empezar la obsesión con los dragones que arrastró toda la cultura de fantasía épica detrás. Siempre he sentido fascinación por abrir puertas a mundos que no tienen nada que ver con el nuestro. En realidad, creo que somos muy inconformistas: ¡como si no hubiera suficientes maravillas en nuestro mundo!

3. ¿Qué dirías que es lo más complicado a la hora de escribir?

Para mí, lo más complicado es que cuadren los sucesos de la trama a nivel temporal y que no haya agujeros o incongruencias. Me hago unos líos tremendos mientras escribo que luego tengo que arreglar y, la verdad, me desespero bastante.

4. Si tuvieras la oportunidad de cumplir un sueño literario, ¿cuál sería y por qué?

Ver mi libro en la estantería de mi librería favorita; con eso ya tendría felicidad para un año entero. El paraíso ya sería recibir opiniones positivas de gente desconocida: admito que me da bastante pánico que pueda haber gente que me lea y alabe mi obra por compromiso. Si hablamos de sueños de lectora, me gustaría que el tiempo de lectura fuera una pausa en el tiempo real para poder leer lo que me diera la gana sin morir en el intento.

5. Me consta que eres una lectora beta de 10, ¿cómo piensas que debería ser el beteo ideal?

¡Yo no diría tanto! Pero gracias, me consta que tú también eres genial. Un lector beta debe mirar el texto con ojos de halcón y no cortarse ni un pelo de decir todo lo que le chirríe, absolutamente todo. Siempre con respeto y cariño, claro: cuando le hablas a un escritor de su libro es como si le hablases de su hijo. Aun así, independientemente del nivel de análisis de cada lector, creo que lo crucial es el compromiso con el autor: me parece bastante feo que un beta deje de dar señales de vida y se esfume como el humo. Si la vida nos ahoga, no pasa nada, a todo el mundo puede ocurrirle, pero creo que lo correcto es avisar si eso sucede, porque el escritor está mordiéndose las uñas esperando una opinión que nunca va a llegar.

6. A la hora de publicar, ¿te decantas más por la edición tradicional o por la autopublicación?

En cuanto a novelas, aún no tengo experiencia con una ni con la otra. Si por mí fuera, elegiría la edición tradicional por el simple motivo de que soy muy pollito en este mundo. No me conoce ni mi madre y siempre es más difícil que alguien le dé una oportunidad a tu libro si es autopublicado. Aun así, ahora mismo estoy moviendo hilos para autopublicar mi primer libro y, la verdad, estoy muy ilusionada. En cuanto a los relatos que tengo autopublicados en Lektu, estoy enormemente satisfecha con la plataforma y la recomendaría a todo el mundo.

7. ¿Has sufrido alguna vez el Síndrome del Impostor? De ser así, ¿cómo lo superaste?

Alguna vez, sí, pero de forma bastante transitoria. Cada vez que dudo de mí misma, releo un párrafo del que esté orgullosa, me siento y simplemente me obligo a escribir. Si veo que no es el día, paro para no frustrarme y me repito que mañana será mejor, y así consecutivamente hasta que un mágico día vuelvo a escribir algo que me gusta. Tengo mucha fuerza de voluntad y soy la cosa más obstinada del mundo; eso suele jugar a mi favor.

8. ¿Cuál dirías que es tu punto fuerte en la escritura?

Diría que se me da bien darles voz y textura a mis personajes. También me encantan las descripciones, aunque no sé si se me dan tan bien, pero para mí la diversión ya es un éxito.

9. ¿Puedes compartir algo sobre tus futuros proyectos?

Ahora mismo estoy trabajando en el #ProyectoFlautaSerpiente, una novela de fantasía épica que terminé en 2021 y que espero que pronto vea la luz. También me están empezando a llegar los beteos del #ProyectoGA, una historia de fantasía juvenil con un elemento de crítica social importante, y tengo pensado mandarlo a editoriales a lo largo de este año. Aparte, tengo terminado el borrador del #ProyectoSombrívora, una novela de steampunk que mezcla fantasía y cifi que (perdón por el autobombo) creo que es lo mejor que he escrito hasta ahora. Mientras, estoy escribiendo el #ProyectoArrecife junto a Cristina J (@Akivasha23 en Twitter) y, la verdad, escribir a cuatro manos está siendo una experiencia mucho más increíble de lo que esperaba.

10. Si tuvieras la oportunidad de viajar al pasado, ¿lo harías?

He pensado en esto mucho rato y la respuesta es que no. Creo que, si abriera una ventana al pasado, aunque fuera estrecha y efímera, el nivel de nostalgia sería tan apabullante que el presente se volvería algo gris. No quiero verlo así: el presente es un regalo y quiero seguir viviendo en él. Que atrás se quede lo que atrás quedó, incluso lo que echo de menos.

PORTADAS CON ENLACE:

Aprovecho este montaje antiguo para redireccionaros a su página de Lektu

    Para terminar la entrevista, me gustaría darte las gracias, Antonio, por el esfuerzo y mimo de todas y cada una de las publicaciones de tu blog, y sobre todo por abrirme una vez más un rinconcito en él. Eres una persona encantadora y mereces toda la suerte del mundo.